(EFE).- La tasa de desempleo en el Reino Unido se situó en enero en su nivel más bajo desde 1975, al caer hasta un 4,7 %, gracias en buena medida al mayor número de trabajadores autónomos y los precarios contratos de «cero horas», indicó hoy la Oficina nacional de estadísticas (ONS).
Aunque el número de parados, de 1,58 millones, está en mínimos, los sueldos se mantienen bajos y con un ritmo lento de ascenso, de un 2,2 % de promedio, según la ONS, lo que reflejaría un bajo grado de productividad de la economía.
Con todo, las cifras son alentadoras para el Gobierno conservador de la primera ministra, Theresa May, en vísperas de que active este mes las negociaciones con Bruselas para la salida del país de la Unión Europea (UE).
La proliferación de trabajadores en régimen autónomo y de contratos con flexibilidad máxima permitieron que la tasa de paro cayera entre noviembre y enero al 4,7 %, comparado con el 4,8 % en los tres meses procedentes y con un 5,1 % en el mismo periodo del año anterior.
La ONS reveló que en el trimestre hasta enero aumentó a cifras récord el número de autónomos, hasta 4,8 millones, un 15,1 % de la fuerza laboral, de 31,85 millones de personas.
También se incrementaron hasta niveles inéditos los llamados contratos «de cero horas» -que ofrecen trabajo por horas o tiempo limitado sin garantía de empleo o derechos laborales-, que subieron en 101.000 hasta 905.000 (un 2,8 % del total de trabajadores), comparado con el mismo periodo de 2016.
El número de personas clasificadas como económicamente inactivas -parados de larga duración, con bajas de enfermedad o que cuidan de dependientes- cayó hasta 8,8 millones, un 21,6 % de la población activa, dos décimas menos que el año precedente.
El secretario de Estado de Empleo, Damian Hinds, se mostró «encantado» con las cifras y señaló que «el empleo sube, los sueldos suben y hay más gente trabajando a tiempo completo», lo que atribuyó en parte a la reducción de subsidios estatales.
Pese a un nivel de empleo del 74,6 %, la patronal de empresarios CBI alertó de que «el ritmo de aumento de los salarios es el más lento en dos años, lo que subraya la importancia de mejorar la productividad».
El centro de estudios económicos Cebr avisó de que los sueldos bajos influirán en las decisiones del Banco de Inglaterra sobre los tipos de interés, actualmente en el mínimo del 0,25 %, y afectarán a la demanda interna.
«Una inflación en ascenso junto con sueldos estancados perjudicarán el poder adquisitivo de los consumidores», señaló la economista Nina Skero, que prevé que el consumo interno crezca no más de un 1,2 % en 2017, la mitad que el año anterior.
La inflación británica, impulsada sobre todo por el debilitamiento de la libra y el precio de las materias primas, está actualmente en el 1,8 %, si bien se prevé que siga aumentando en los próximos meses en función del comportamiento de la divisa frente al «brexit».
Tras la crisis financiera global de 2008, la economía británica se ha adaptado con el surgimiento de más trabajadores «emprendedores» y contratos súperflexibles.
Reconociendo la importancia de los autónomos, May cedió hoy a las presiones de la oposición y de su propio partido al retirar una polémica nueva tasa sobre estos trabajadores, anunciada en el Presupuesto presentado la semana pasada.
De momento, no prevé actuar sin embargo sobre los contratos de «cero horas», muy criticados por la oposición laborista y los sindicatos.
La secretaria general de la confederación sindical TUC, Frances O’Grady, dijo hoy que «los contratos de cero horas son una pesadilla para que los trabajadores se organicen la vida, y son una gran carga para las finanzas públicas», por la baja contribución fiscal.
«Si tienes uno de estos contratos, no tienes garantía de empleo de un día para otro. Rechaza un turno porque tienes un hijo enfermo y te quedas con poco o ningún trabajo», afirmó, para pedir una legislación laboral «del siglo XXI».