CDC: un mejor manejo del agua ayuda a prevenir enfermedad del legionario

Un mejor tratamiento de las fuentes de agua es necesario para prevenir nuevos brotes de la enfermedad del legionario, como el que afectó a casi un centenar de personas y causó la muerte de cerca de una decena el año pasado en Michigan, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Un informe de los CDC publicado hoy encontró que un manejo más eficaz del agua podría haber prevenido la mayor parte de los brotes de enfermedad del legionario investigados por esa institución entre el año 2000 y el 2014, incluido el registrado recientemente en Flint, en el estado de Michigan.
«Muchos de los brotes de la enfermedad del legionario que ocurrieron en los últimos 15 años en los Estados Unidos se podrían haber prevenido», declaró el director de los CDC, Tom Frieden, al dar a conocer la investigación.
Niveles insuficientes de desinfectante, errores humanos y averías en los equipos fueron algunos de los problemas detectados por los que investigaron la multiplicación de bacterias de Legionella en los sistemas de agua de edificios donde se registraron brotes.
«Llevar un mejor manejo de los sistemas de agua es la mejor manera de reducir los casos de enfermedad y salvar vidas, y el informe de hoy promueve herramientas para lograrlo», agregó el funcionario.
Los casos de la enfermedad del legionario han ido en aumento en los últimos años. Solo durante el año pasado cerca de 5.000 personas fueron diagnosticadas con la enfermedad del legionario y se notificaron más de 20 brotes a los CDC en Estados Unidos.
Las fuentes más comunes de estos brotes fueron el agua potable (56 %), las torres de refrigeración (22 %), las bañeras para hidromasaje (7 %), exposición a equipos industriales (4 %) y fuentes o accesorios decorativos que usan agua (4 %).
«Los años que llevamos respondiendo a brotes nos han enseñado dónde encontrar los focos de Legionella», declaró la directora del Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorias de los CDC, Nancy Messonnier.
Con el fin de prevenir futuros brotes, los CDC también dieron a conocer una serie de recomendaciones (http://www.cdc.gov/legionella/WMPtoolkit) para ayudar a los propietarios y administradores de edificios a determinar con mayor exactitud los focos de infección y poner en práctica medidas para reducir el riesgo de enfermedad del legionario.
Las autoridades sanitarias estadounidenses confirmaron al menos 10 muertes relacionadas a la bacteria, de 91 casos de la enfermedad confirmados en un brote registrado en la ciudad de Flint en 2014 y 2015.
A finales de mayo se llevó a cabo en Atlanta un encuentro que reunió a expertos de Estados Unidos, Canadá y Europa, con objetivo de impulsar el desarrollo de políticas de control y prevención de la enfermedad.
La enfermedad del legionario es un tipo grave de infección pulmonar (neumonía) que se puede contraer al inhalar pequeñas gotas de agua contaminada con Legionella, bacteria que se encuentra naturalmente en el agua dulce y crece con mayor facilidad en agua caliente en sitios como bañeras de hidromasaje o jacuzzi, torres de refrigeración (unidades de aire acondicionado para edificios grandes), tanques de agua caliente, sistemas de fontanería grandes y fuentes decorativas, de acuerdo con CDC.
La mayoría de las personas que se enferman necesitan atención médica hospitalaria y se recuperan completamente; sin embargo, aproximadamente 1 de cada 10 morirá a causa de la infección.
Si bien la mayoría de las personas sanas no contraen la enfermedad del legionario después de haber estado expuestas a la Legionella, las personas de 50 años o mayores y quienes tienen ciertos factores de riesgo, como ser fumador o exfumador, tener una enfermedad pulmonar crónica o tener el sistema inmunitario debilitado están en mayor riesgo.

EFE

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