En China, comer patas de pollo es considerado todo un manjar, por lo que, cuando los clientes acudían a las tiendas de KFC se preguntaban por qué la tienda no las vendía. Ahora, la empresa ha decidido cambiar de opinión y las agregará a su menú.
Si bien se consideran un producto de desecho en muchos países, las patas de pollo tienen una gran demanda en China y se pueden encontrar en varios platos clásicos.
Sin embargo, las razones del cambio van mucho más allá de los gustos culinarios de los clientes: Yum China, la compañía propietaria y operadora de la franquicia KFC en el país, tomó la decisión a causa de la inflación y los crecientes precios del petróleo.
El director ejecutivo de Yum China, Joey Wat, dijo a CNN Business que el cambio era parte de un esfuerzo más amplio de la cadena para aumentar la eficiencia y utilizar más ingredientes.
“Tratamos de absorber este aumento en el precio de los productos básicos, con… la plena utilización del pollo“, dijo Wat. Eso significa usar cada parte del pollo, “excepto la pluma, supongo”, señaló.
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