La sal comercial, sal blanca que consumimos todos está compuesta 97.5% por cloruro de sodio y 2.5% de productos químicos para absorber la humedad y yodo. Se seca a más de 1200° C y el calor altera su estructura química natural. Esto es lo que comemos comúnmente en la mesa.
La sal rosada del Himalaya tiene más de 250 millones de años en la Tierra y es la sal más pura que existe. Está totalmente libre de toxinas o contaminantes y sus componentes son idénticos a los elementos que se encuentran en nuestro cuerpo.
Por su pureza y porque contiene 84 elementos naturales presentes en nuestro cuerpo brinda estos beneficios:
- Regula el contenido de agua del cuerpo
- Equilibra el pH de las células y neuronas
- Regula el azúcar en la sangre
- Fomenta la comunicación entre las células
- Ayuda en la absorción de alimentos a través del tracto intestinal
- Previene calambres
- Contribuye a la resistencia ósea
- Ayuda a regular naturalmente el sueño
- Es muy rica en minerales y oligoelementos como el calcio, hierro, magnesio y potasio.
- Estabiliza los latidos irregulares del corazón convirtiéndose en un gran aliado para regular la presión sanguínea.
La sal del Himalaya es recolectada y lavada a mano. No tiene fecha de caducidad y jamás se te quedará pegada en el botecito, otro beneficio más para animarse a usarla.
La sal es un ingrediente que muchas personas usan en exceso… si pudiéramos sustituirlo por una sal más saludable seguramente contribuirá a una mejor salud para toda la familia. Y chicas, no es tan carísima como uno pensaría, sobre todo porque un solo botecito les durará muchísimos meses.