El salmón es de los pescados más nutritivos y saludables. Es la fuente más rica de omega-3 marinos, aporta proteínas de calidad, vitamina B12 y es de las pocos alimentos con vitamina D.
Además, es uno de los pescados más seguros de comer por su bajo contenido en mercurio. Al retirar la piel al salmón para cocinarlo puede hacer que te estés perdiendo cosas buenas.
Dejar la piel del salmón puede mejorar el sabor y la textura del pescado mientras se cocina y comerla puede ser una adición de nutrientes. De acuerdo a Medical News Today, la piel de salmón contiene más de la misma proteína, ácidos grasos omega-3 esenciales, vitaminas y minerales esenciales que la carne del salmón.
Beneficios de la piel del salmón
Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales que se deben obtener a través de los alimentos ya que el cuerpo no los puede producir desde cero. La Escuela de Salud Pública de Harvard explica que estas grasas proporcionan el punto de partida para producir hormonas que regulan la coagulación sanguínea, la contracción y relajación de las paredes arteriales y la inflamación.
La ingesta de omega-3 marinos (DHA y EPA) es importante durante el embarazo para el desarrollo óptimo del cerebro y el sistema nervioso de un bebé.
Los omega-3 marinos ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Pueden ayudar a controlar el eccema, la artritis, se les ha relacionado con una buena salud cerebral y también se han encontrado efectos protectores del cáncer.
Un estudio publicado en 2016 en la revista Marine Drugs señala que la piel de salmón tiene actividades antidiabéticas. Podría ayudar a tratar la diabetes tipo 2. También se indica que puede tener capacidad antioxidante y ayudar con las heridas causadas por la diabetes.