Hay niños que tienen fascinación por la música, otros por la cocina y otros tantos por los dinosaurios. Aunque podría pensarse que se trata de un gusto infantil que desaparece con el tiempo, si se alimenta puede traer más beneficios a los niños de lo que se pude imaginar.
Cuando los pequeños se logran apasionar por algo, ellos solos investigan y logran despejarse de las distracciones externas. En el caso de los dinosaurios resultan un gran método para mejorar la memoria de los niños.
La psiquiatra de la Universidad de Johns Hopkins, Kelly Chen, explicó que se trata de intereses intensos y los niños que tienen alguno suelen ser más abiertos y seguros de sí mismos; además de que tienen un mejor desarrollo cognitivo y autoestima.
Aquellos niños que se interesan profundamente en los dinosaurios suelen aprender no sólo sus nombres, sino también si se trata de aquellos que son carnívoros, herbívoros, incluso a qué periodo pertenecen.
Su nivel de retención es muy alto y el conocimiento que adquieren no sólo se reduce a los dinosaurios, sino también a los tipos de plantes que comen o aquellos animales que eran devorados por los más grandes.
De acuerdo con la psiquiatra sólo un tercio de la población infantil tiene este tipo de interés, no sólo por los dinosaurios ya que puede ser también por aviones o algunos juguetes de ficción con nombres complicados.
