La ecuación es muy simple: entre más carne roja comas mayor será tu riesgo de sufrir enfermedad cardiaca en algún momento de la vida. A esta conclusión llegó un estudio realizado durante 30 años entre más de 1.4 millones de personas en todo el mundo.
De acuerdo con la investigación, realizada por la Universidad de Oxford, consumir carne roja sin procesar y carne roja procesada incide negativamente en la salud del corazón y el sistema cardiovascular en general, debido a su alto contenido de grasas saturadas, sodio y sustancias inflamatorias.
Las grasas saturadas se acumulan en las arterias e impiden el paso libre de la sangre hacia el corazón y otros órganos, lo que podría desencadenar infartos o aterosclerosis, es decir, depósitos de placa en las arterias y sus paredes. El sodio, particularmente contenido en las carnes procesadas como embutidos, hamburguesas, carnes secas, ahumadas o saladas, va de la mano con la hipertensión arterial. Investigaciones anteriores han demostrado el vínculo de la inflamación general del cuerpo con el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer.
En el mundo, la enfermedad cardiaca también conocida como cardiopatía isquémica es la principal causa de muerte, discapacidad y sufrimiento humano, y afecta a unos 126 millones de personas.
La mega investigación, publicada en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition, especifica que por cada 50 gramos ingeridos (1.75 onzas) de carne de cerdo, cordero o res, el riesgo de padecer enfermedades del corazón se incrementa un 9%.
No es la primera vez que se asocia el consumo de carne roja con padecimientos graves de salud.