En primer lugar, hay que distinguir la pérdida parcial del apetito conocida como hiporexia, con la anorexia, que es la pérdida total del apetito. Los adultos mayores, suelen sufrir del primero.
Esto se debe a varias causas. Las enfermedades agudas afectan al apetito, lo que hace que este se disminuya y la persona no tenga ganas de comer. Entre este tipo de enfermedades se encuentran las oncológicas y las digestivas. Las enfermedades psiquiátricas también inciden en esta condición.
Riesgos de la pérdida de apetito
La hiporexia se puede observar, en primera instancia, al notar que la persona come menos de lo regular, o no tiene ganas de comer, y a la hora de hacerlo muestra una actitud negativa o incluso de rechazo.
Esto provoca consecuencias graves para la salud de la persona. Tratándose de un adulto mayor, los problemas se agravan, puede bajar de peso y perder densidad ósea, así como complicaciones en su propia enfermedad.
Qué hacer en estos casos
Para contrarrestar estos efectos y evitar que el adulto mayor se descompense, se debe hacer un cambio ligero en los hábitos, como eliminar las distracciones a la hora de comer, y aprovechar al máximo el momento donde hay más apetito.
Hacer alimentos nutritivos y sabrosos. Puede que la persona coma porciones reducidas, por eso es importante aprovechar ingredientes que le brinden lo necesario. Por otro lado, es posible hacer alimentos que pueda consumir a lo largo del día, para compensar.