Comienzo de la Primavera

Durante el mes de Marzo, siempre comenzamos a revivir, después del frío de invierno aquí en la parte norte del hemisferio. Primavera es mi Estación del Año favorita. La naturaleza se despierta de la hibernación muerta. Ahora la vegetación comienza a vivir otra vez, los árboles que parecían muertos, comienzan a abrir sus capullos y las hojas a aparecer, el pasto y los pájaros a cantar. El sol brillante derrite la nieve, el hielo y el agua que fluye comienza a regar la tierra en la cual brotaran las flores.

Este agradable panorama Primaveral nos habla También de la realidad de la vida humana. Cuando estamos enfrascados en la estación invernal en nuestra vida, emocional, moral y espiritual, estamos en un estado de hibernación. Todavía estamos vivos, pero parecemos como muertos. Igual como los arboles del invierno, témenos apariencia de ser muertos. No se deje vivir de la apariencia.

Durante el Invierno sentimos unas emociones como de amargura, heridos, disgustados, solos y unos sentimientos de rechazo. A esas emociones reaccionamos con actitudes de negativismo, desanimo, frustración y parece que toda esperanza se nos ha esfumado. El gran peligro son las acciones nuestras en respuesta a esas emociones y actitudes. Caemos en acciones destructivas, comenzamos a hablar despechados, descorazonados, o tomamos la acción de no hablar, pero hervimos por dentro. En otras palabras, creamos un clima de relación alrededor de nosotros muy fría, indiferente, de amargura, donde preferimos que cada uno viva en su propio igloo.

Sin embargo, durante la primavera comenzamos a experimentar emociones de entusiasmo, de alegría, de esperanza con unas actitudes muy diferentes donde se ve la anticipación, el optimismo, la gratitud y el amor. Sobre todo, aparece la actitud de confianza. Y como resultado natural cuando las emociones y los sentimientos toman matiz de otras actitudes, nuestras respuestas, o sea las acciones que proyectamos cambian, aparece buena comunicación, comenzamos a planear el futuro y buscamos oportunidades de ser útiles y a ayudar a otros. Surge un clima de relación para con otros muy vital, abierto, comunicación de doble vía y amena. Se comienzan a plantar semillas de las cuales luego pueden aparecer flores y frutos para nutrir a todos de deliciosos alimentos, no solo para el cuerpo, sino, más que eso. Nutrir las necesidades del alma donde radican las emociones y sentimientos saludables, que, al fin y al cabo, son las que dirigen nuestras vidas, porque, sea dicho de paso. Para ser una persona saludable tiene que ser sana en el área de sus emociones y sentimientos.

Entre la Estación del Invierno y la Estación de la Primavera hay solo una cosa que hace la gran diferencia. El brillo y el calor del sol. Cuando aparece el brillo y el calor del sol no hay nieve ni hielo que le puedan resistir. Seden y comienzan a derretirse. El agua que fluye del hielo o de la nieve derretida, comienza a regar la tierra donde están enterradas semillas de flores y muchos bulbos enterrados y, más de las veces olvidados por todos, cuando brotan y florecen, nos sorprenden y admiramos todos.

Exactamente, así es tu vida. Hay demasiadas buenas cosas que el frio del invierno enterró en tu Corazón, en tu vida. Necesitas que el Sol, el Hijo de Dios, Jesucristo comience a derretir el hielo en tu vida.

Te dejo una tarea casera, hazla por favor. Permita que el Espíritu Santo comience a trabajar en el área de tu alma. Que derrita toda la nieve y el hielo que has guardado allí por mucho tiempo. Quizás desamores, ofensas, resentimientos, amarguras, faltas de perdón y muchas cosas más. Seguramente hay cosas que te han hecho y otras que tú hiciste. Pide perdón al Señor Jesucristo, El te está esperando, y a otros a quienes has ofendido. La Primavera esta a la Puerta.

Bienvenido a la Primavera, moral, emocional y spiritual.

Bendiciones y hasta la próxima.

Dr. Pedro Yaruchyk