Chile subió hoy el tono de la respuesta a Bolivia tras el anuncio de una nueva demanda contra la nación austral ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por el uso de las aguas del río Silala.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, contestó de forma contundente al anuncio efectuado por el mandatario boliviano, Evo Morales, este sábado y lo acusó de no estar dispuesto a restablecer el diálogo.
«En caso de que Bolivia materialice su anunciada demanda, Chile va contrademandar para resguardar nuestros derechos», aseveró hoy la mandataria chilena tras reunirse con el canciller del país austral, Heraldo Muñoz.
El presidente boliviano anunció este sábado que la demanda por el uso de las aguas de la zona fronteriza del Silala, que adelantó unos días atrás, se presentará ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya, donde ya tiene otra demanda para obtener una salida soberana al mar.
Bolivia defiende que el Silala, situado en la región andina de Potosí (en el suroeste del país), contiene manantiales cuyas aguas fluyen a Chile por canales artificiales construidos en 1908.
A su vez, Chile sostiene que se trata de un río internacional y, en aras de respaldar su postura, Muñoz mostró este sábado un mapa que acompañaba el tratado bilateral de 1904 firmado con Bolivia y en el que, según dijo el canciller, se define al Silala como un río internacional.
En 2009 los gobiernos de ambos países estuvieron a punto de llegar a un acuerdo para determinar el uso compartido de las aguas del Silala, sin embargo, el pacto fracasó por la negativa boliviana.
«El gobierno de Bolivia habla de diálogo, pero los hechos demuestran que no está dispuesto a ningún diálogo y que prefieren instrumentalizar a los tribunales internacionales», aseveró la mandataria.
«Ejerceremos todas las acciones necesarias que nos permitan cumplir con el objetivo de proteger nuestra soberanía nacional y permanente sobre los recursos naturales de nuestra nación», agregó Bachelet tras reunirse con Muñoz.
Muñoz acusó a Bolivia de desarrollar una política de «hostilidad hacia Chile» y aseveró que el anuncio de la demanda que hizo Morales «solo busca distraer la atención de lo que pueda ser el desenlace de la demanda actual».
«Lo que hay aquí, más allá del río Silala, es una política de hostilidad hacia Chile, probablemente por la desesperanza que sienten respecto a la demanda marítima, porque saben que no van a conseguir el resultado buscado, es decir la soberanía», aseveró.
Tras la cita con Bachelet, Muñoz se reunió con excancilleres del país austral para abordar la situación.
Soledad Alvear, Ignacio Walker, Alejandro Foxley, Alfredo Moreno y Miguel Schweitzer, respaldaron la decisión de contrademandar a Bolivia si se materializa la demanda anunciada por Morales.
«Estamos aburridos de que Bolivia utilice a Chile para sus asuntos políticos internos. Nosotros nunca vamos a actuar desde la rabia pero si Bolivia quiere seguir provocando, Chile va a defender con mucha firmeza y serenidad», dijo este lunes el excanciller Ignacio Walker una vez finalizada la cita.
Soledad Alvear, la exministra de Relaciones Exteriores, manifestó su desconcierto ante el anuncio de Morales, puesto que a su parecer fue la oposición de la comunidad boliviana de Potosí la que hizo fracasar el intento de acuerdo para determinar el uso compartido de las aguas del Silala en 2009.
Aunque Muñoz no descartó la posibilidad de debatir una eventual salida de Chile del Pacto de Bogotá de 1948, tratado que da competencia a la CIJ para resolver conflictos que surjan entre las naciones que se adhieran al convenio, los exministros citados por el canciller consideraron que la acción no sería conveniente.
Para Alvear retirarse del citado pacto sería «inadecuado» puesto que permitiría que cualquier país pudiera presentar una demanda contra Chile «hasta un año después de que este se haya retirado».
En tanto, Walker señaló que la posible retirada de Chile del pacto «no tendría ningún efecto respecto de la demanda boliviana en La Haya», puesto que esta seguiría su curso normal».
No obstante, el exministro recalcó que Chile «no puede descartar nada» y que «todos los temas hay que estudiarlos».
José Miguel Insulza, el agente chileno ante La Haya, también se refirió a la eventual retirada del pacto al asegurar que «el interés nacional se defiende mejor siendo consistente» y agregó que el gobierno boliviano «está buscando que Chile reaccione pateando la mesa».
El conflicto por el Silala se intensificó la semana pasada con el anuncio del mandatario boliviano de una demanda legal en instancias internacionales contra Chile, por lo que él considera un «uso y aprovechamiento unilateral e ilícito» de esas aguas.
La disputa sobre el Silala había estado hasta el momento en un segundo plano frente a la histórica reclamación boliviana de una restitución de su salida al Pacífico perdida en una guerra contra Chile en 1879.
EFE