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(EFE).- Canadá conmemoró hoy el centenario del fin de la batalla de Passchendaele (Bélgica) durante la Primera Guerra Mundial, una de las batallas más sanguinarias de la historia militar canadiense y considerada como uno de los hitos que ayudaron a definir el país.
En la batalla, que se inició en el verano de 1917 contra tropas alemanas y terminó el 10 de noviembre de ese año, murieron alrededor de 4.000 canadienses y otros 12.000 resultaron heridos, cifras especialmente significativas para un país que entonces sólo tenía 8 millones de habitantes.
La batalla, que se produjo 50 años después de que Canadá dejase de ser una colonia del Imperio Británico, es considerada por los historiadores como uno de los principales eventos que ayudaron a ganar respeto internacional al joven país.
En un comunicado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró que la batalla de Passchendaele «se ha convertido en un símbolo de los peores horrores de la Primera Guerra Mundial» y en la que los soldados canadienses «lucharon en una batalla imposible con perseverancia, valor y compromiso a una gran causa».
«En este solemne aniversario, honramos a los miles de canadienses que lucharon y murieron allí, y rendimos tributo a su gran coraje y sacrificio», añadió Trudeau.
La batalla, en la que también participaron tropas británicas y francesas en el lado aliado, se saldó con la muerte y heridas de cerca de 250.000 soldados por cada bando.
Aunque la batalla fue ganada por las tropas aliadas, para 1918 todo el terreno obtenido fue perdido otra vez en favor de los alemanes.
