La mayoría de las mujeres disfrutamos mucho del uso frecuente del maquillaje. El mundo de la belleza hoy en día nos ofrece una gran diversidad de estilos, colores y tonos que podemos combinar para vernos y sentirnos más bellas. Sin embargo, algunas de nosotras ya no logramos salir a la calle sin maquillaje puesto: así como nos sentimos incompletas cuando no tenemos nuestro celular con nosotras, el maquillaje también hace que desarrollemos este síndrome de abstinencia cuando no lo usamos. Si eres una de ellas y quieres sentir que alguien te entiende, ¡debes leer esto!
#1 Nos sentimos más seguras
Con saber que somos hermosas y vestir prendas que nos gustan a veces no es suficiente para sentirnos al 100% con nosotras mismas. Por lo tanto, para sentir que podemos llevarnos el mundo por delante, necesitamos ese mágico ingrediente llamado maquillaje con el que creemos que podemos conquistar el mundo.
#2 El mejor momento
Cada momento previo a maquillarte sientes una gran emoción por saber lo que toca hacer a continuación. Y cuando finalmente te encuentras frente al espejo, probando combinaciones y tonos, lo disfrutas como si fuera único (a pesar de que haces esa rutina todos los días, y a veces más de una vez)
#3 »No puedo hacerlo sin él»
Hay actividades que directamente no puedes hacer sin tu maquillaje puesto. ¿Salir en la noche con amigas sin estar pintada? Prefieres no salir… y si se trata de salir con tu chico menos que menos. El maquillaje ya es parte de tu identidad.
#4 Aliadas
Si casualmente te encuentras con alguien que resulta compartir esta enorme pasión, sientes como si fueran aliadas y debaten sobre cuáles son las mejores y peores marcas y también sobre qué tonos y colores se usarán en las próximas temporadas.
#5 Debate
El 90% de tus discusiones con la gente se basan en las ventajas del maquillaje, expones perfectamente todos tus argumentos, porque nadie mejor que tú para opinar sobre cada uno de los instrumentos de maquillaje y su uso adecuado. Y muchas veces terminas convenciéndolos…
#6 Irresistible
Cada vez que pasas por una tienda de cosméticos no te resistes a volver a entrar, a pesar de que tu última visita haya sido una hora atrás. Sientes que aún no has abarcado todas las opciones, o que simplemente necesitas echar una ojeada más para asegurarte que has visto todo lo nuevo.
#7 Pendientes
A pesar de que tienes cada tono y color en absolutamente todos los tipos de pinturas, siempre tienes alguno en tu lista de deseos. Sueles recibir comentarios como »tienes uno igual a éste» pero sólo tú puedes ver la gran diferencia entre ambos.
#8 Qué harías sin el espejo
Necesitas saber que tienes al menos un espejo a tu alcance, ya que controlas el estado de tu rostro y el comportamiento del maquillaje cada media hora. Si te encuentras en un lugar donde no sabes dónde está el espejo más cercano, comienzas a tener una especie de mini ataque de pánico.
#9 Experta
A pesar de que suelen bromear con tu pequeña obsesión por estos magníficos artefactos, todas quieren ser pintadas por ti y constantemente preguntan si puedas maquillarlas. Y a pesar de que prometes que nunca volverás a pintarlas por las críticas que recibes, siempre vuelves a intentar convencerlas de que tu fanatismo las favorece enormemente.
Si te has sentido identificada con varias de estas cosas, es momento de que asumas tu extrema adicción por el maquillaje. No debes escandalizarte ni preocuparte, por el contrario, es una manera muy buena de resaltar tus rasgos más bonitos y tener más confianza en ti misma, y saber que hay muchas mujeres que te comprenden.