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1.- Enjuague con aceite
El llamado Oil Pulling es un remedio muy antiguo y consiste en enjuagarse la boca y los dientes con aceite, para eliminar las bacterias. Entre los aceites que se pueden utilizar está el de girasol, el de sésamo o el aceite de coco. Lo mejor es que estos aceites tienen otros beneficios para el cuerpo.
El enjuague con aceite elimina las bacterias en la boca, la placa y la gingivitis. Este tratamiento se puede hacer durante una semana y se verán resultados de blanqueamiento y de reducción del Streptococcus mutans.
2.- Cepillarse con bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio tiene propiedades blanqueadoras naturales. Incluso es un elemento regular en las pastas de dientes. Su función como abrasivo suave permite quitar las manchas superficiales en los dientes. Además, el bicarbonato impide el crecimiento de bacterias en los dientes.
Y aunque no es una solución que de cambios inmediatos, la regularidad y constancia permitirá que después de unas semanas puedas ver grandes resultados. Para cepillarte sólo debes poner el bicarbonato en el cepillo y tallar los dientes. Verás cómo se hace espuma y puedes cubrir todas las esquinas de la boca. Haz esto una vez al día y estarás muy feliz con los resultados.
3.- Usar agua oxigenada
El peróxido de hidrógeno es un agente blanqueador que elimina las bacterias en la boca. Las pastas de dientes más efectivas en el blanqueamiento, contienen bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno.
Pero en casa también podemos hacer nuestro remedio de blanqueamiento. Para esto puedes poner un poco de peróxido en tu cepillo y tallar toda la dentadura. Haciéndolo una vez al día podrás encontrar resultados favorables en 6 semanas. Lógicamente, esto debe ir de la mano con el cuidado de los dientes regular y el cepillado con pasta de dientes después de cada alimento.
FOTO: EFE
