
Por Verónica Stevens
Así se acaba el histórico año de la pandemia, muchos lo iniciamos con un plan específico, metas marcadas y procedimientos puestos en proceso, sin imaginarnos que drásticamente y muchísimo antes de siquiera terminar el primer trimestre; todo tendría que ser replanteado, reestructurado y que, además, la incertidumbre sería el común denominador, más allá del 2020.
Entonces, al ver a esos inicios del año, cuando el conteo final es cada vez mas cercano y hacemos ese recuento … me queda el aprendizaje, de esa, una de mis canciones favoritas de The Beatles…All we need is love.
Todo lo que necesitamos es amor y no solo amor, si no amar lo que tenemos, a quien tenemos, lo que somos y sobre todo a quien nos protege y provee cuando en El depositamos nuestra Fe verdadera.
Una cosa es verdad, entre los aprendizajes de este año, es que la salud es lo mas importante con lo que contamos, nuestra salud y la de la familia empezaron a tomar una dimensión muy diferente. Recuerdo que no solo ha sido una época de ajuste, pero mas bien de nuevos inicios. Ha habido comentarios acerca de la incredulidad de la situación, involucrando cuestiones políticas y económicas que justificarían todo este lio. Desde un principio supimos que había que tomar precauciones, fuera algo inventado o no. Aun recuerdo que todo parecía tan surreal, cayendo en lo ridículo. Mis hijos resistiéndose a usar el anti desinfectante y mascara al ir a hacer las compras del mandado.
El mundo parecía que estaba siendo sacudido, con miedos, con incógnitas y mucho negativismo. A mí me tocó ver de cerca personas asegurando que era un invento de mandatorios, casi casi que hasta la mafia estaba inmiscuida. Creo que muchas de las situaciones si fueron explotadas de alguna manera, sobre todo en el ámbito medico; pues al recibir apoyos económicos para hacerle frente a la situación, se prestaba a tipos de manipulación de la comunicación de enfermos y estadísticas.
Aun con todo y el peso de la negatividad, hemos aprendido cosas buenas. Hemos entendido que podemos prescindir de cosas materiales, que de pronto las oficinas son espacios que se pueden reducir a una esquina en el comedor, los trajes sastres y vestidos de negocios se ven aceptables bajo unos pantalones de mezclilla y quizás pants o pijamas.
Que ese dinero que ahorramos por no estrenar en las fiestas suspendidas, en las ideas al cine o a cenar, debía ser mantenido ante el no saber si el trabajo seria reducido, las ventas lentas o la salud mermada.
Así es como nuestras metas, ideas, planeaciones se desboronaron y nos dieron un tirón al piso…al casi creer que el enemigo se vencía, este repunto…pero claro todos contribuimos a ellos, jugamos a que era lejano y nosotros invencibles. ..ahora veo a gente más cercana, esa incrédula, enferma y arrepentida, pero con la lección aprendida. Aun así All we need is love.