Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones y desprendimientos de tierra en todo el país y obligaron a medio millón de personas del sur y el oeste a abandonar sus casas.
El anterior balance era de 169 muertos.
Al menos 109 personas siguen desaparecidas y otras 109 están hospitalizadas, indicó el Disaster Management Centre (DMC). Casi 2.000 viviendas fueron destruidas. «Creí que mi vida había tocado fin», contó a la AFP J.H. Siripala, un carpintero que fue rescatado cuando se encontraba en medio del agua.
«Vivo en esta zona desde hace 27 años, hemos tenido otras inundaciones, pero nunca había visto tanta agua», aseguró, a bordo de un barco de socorristas. Para el lunes y el martes se esperan nuevas lluvias del monzón que podrían complicar las tareas de rescate en curso.
El ejército movilizó helicópteros, barcos y vehículos anfibios para ayudar a los afectados y distribuir alimentos y productos de primera necesidad.
Sri Lanka también lanzó un llamamiento para recibir ayuda internacional. India ya ha enviado varios navíos militares con ayuda médica.