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Además de la colocación de las tobilleras, se extenderán también los servicios de «atención psicosocial por disposición judicial de tobilleras» que opera actualmente en los cuatro departamentos, según se explicó en un comunicado difundido por la Presidencia del país.
En 2016 en Uruguay se colocaron 380 detectores, con atención a hombres y sus parejas.
En el país suramericano en los casos en los que el juez manda colocar la tobillera, «el Ministerio del Interior es el encargado de hacerlo y de llevar a cabo un seguimiento para prevenir los acercamientos», dijo la directora del Instituto Nacional de la Mujer (Inmujeres), Mariella Mazzotti, en dicho comunicado.
«A Inmujeres le corresponde los servicios de atención psicológica para atender a esos hombres de manera de poder darles un acompañamiento y contenerlos, a la vez de informar al juez sobre la marcha del sujeto a control», agregó.
Como parte de la labor del Instituto para la protección de las víctimas de violencia de género, Inmujeres cuenta con 19 servicios ubicados principalmente en las capitales departamentales, que atienden de forma integral con equipos de personal psicosocial y atención legal.
La institución cuenta además con una casa de breve estadía para mujeres con riesgo inminente de vida, en la que en 2016 se atendió a 40 de ellas, con 67 niños, niñas y adolescentes.
