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(EFE).- El patriarca Cirilo llegó hoy a Bucarest en la primera visita de un jefe de la iglesia ortodoxa rusa desde antes de la caída del comunismo, hace más de un cuarto de siglo.
«Nosotros, los cristianos ortodoxos que vivimos en países distintos debemos saber que tenemos valores comunes», dijo Cirilo I al llegar al aeropuerto internacional de Bucarest, donde fue recibido por su homólogo rumano, Daniel, según informó la agencia Agerpres.
«Esto significa que tenemos un extraordinario potencial de cooperación e interacción», añadió el patriarca ruso, quien trajo consigo las reliquias del Santo Serafín de Sarov, uno de los santos más venerados en la iglesia ortodoxa.
Por su parte, Daniel le transmitió su agradecimiento por aceptar la invitación de «homenajear a los mártires ortodoxos durante la época comunista».
En la visita de tres días, Cirilo participará en varias ceremonias religiosas dedicadas al Santo Demetrio el Nuevo, patrón de la capital rumana, así como en la misa en la que se conmemorarán los diez años desde la entronización del patriarca rumano Daniel.
