La Corte Suprema declara organización extremista el Centro de Dirección de los Testigos de Jehová en Rusia y dispone que se prohíba su labor en el territorio del país».
Eso es lo que falló este jueves Yuri Ivanenko, juez del máximo tribunal ruso.
Con ello, tomó como válida una demanda presentada el 30 de marzo por el Ministerio de Justicia, en la que señalaba al movimiento religioso de base cristiana de constituir «una amenaza para los derechos de los ciudadanos, el orden social y la seguridad pública».
El Ministerio ya había suspendido el trabajo del Centro por considerarlo «extremista», hasta que el alto tribunal dictase la sentencia definitiva.
Y ahora, según lo leído por el juez Ivanenko, el fallo obliga a los Testigos de Jehová a «entregar sus propiedades a la Federación Rusa», tal como lo había solicitado el Ministerio.
Los voceros del movimiento en Rusia negaron todas las acusaciones en su contra y se mostraron «conmocionados».
Y sus abogados informaron que apelarán el fallo ante la Corte Europea de Derechos Humanos, la única opción que les queda agotada ahora la vía legal del país.
«No pensaba que pudiera suceder algo así en la Rusia moderna, donde la Constitución garantiza nuestra libertad religiosa», declaró un portavoz de los Testigos de Jehová, Yaroslav Sivulsky. / Agencias.