El presidente de Bolivia, Evo Morales, sostuvo hoy que su país no insulta a Chile al decirle algunas «verdades» y que solamente pide a la nación vecina que respete sus derechos.
«Nosotros no insultamos solo pedimos que se respeten nuestros derechos, no es la Bolivia de antes. Somos un pueblo con dignidad y soberanía», manifestó Morales a través de la red social Twitter.
El gobernante boliviano también afirmó que «las verdades son para reflexiones y no es para insultar a nadie, menos al pueblo chileno».
«¿Acaso no es verdad que el mar y (las aguas del) Silala están privatizados, frontera con Bolivia sigue minada y se gobierna con Constitución de Pinochet?», agregó.
Los dichos del mandatario boliviano se dan en medio de una nueva polémica entre su país y el Gobierno de Michelle Bachelet por el viaje la semana pasada de una comitiva boliviana a los puertos de Arica y Antofagasta, en el norte chileno, para verificar denuncias de maltratos a camioneros del país andino.
La visita suscitó duras críticas de La Moneda y el intercambio de notas de protesta entre ambos países, además de la decisión del Gobierno chileno de empezar a exigir visados a diplomáticos y funcionarios bolivianos.
Morales señaló que su país no replicará la decisión chilena y anunció que buscará dialogar directamente con Bachelet sobre las dificultades que enfrenta el comercio exterior boliviano en los puertos del norte de Chile.
El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, calificó el sábado como «un chiste» el llamado al diálogo que hizo Morales porque, a su juicio, Bolivia hizo un «show» con su visita a Arica y Antofagasta.
Los últimos incidentes agravaron la relación entre Bolivia y Chile, ya enfrentados en la Corte de Justicia de La Haya por la demanda marítima boliviana y la controversia sobre las aguas de la zona del Silala, situada en Bolivia, pero cuyo caudal discurre a territorio chileno, donde es considerado un río internacional.
Más de un 80 % del comercio de exportación e importación de Bolivia se hace a través de las terminales del norte chileno.
El libre tránsito de la carga boliviana quedó establecido en el Tratado de Paz y Amistad firmado en 1904, tras la guerra del Pacífico de 1879 perdida por Bolivia.
Las tropas chilenas ocuparon ese año un territorio de 120.000 kilómetros cuadrados y 400 kilómetros lineales de costa.