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La alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, prometió hoy en Colombia ayudas por 575 millones de euros (unos 643 millones de dólares) para colaborar en la financiación del posconflicto producto de la firma de la paz con las FARC.
Mogherini, que hoy hizo su primera visita al país como jefa de la diplomacia europea, calificó su viaje como «algo especial» y mantuvo en Bogotá encuentros de alto nivel que alcanzaron el cenit con el presidente, Juan Manuel Santos.
Su mensaje se basó en un inequívoco apoyo político acompañado de una cobertura financiera que la diplomacia colombiana busca desde hace meses y que hoy se concretó al saber las cifras que componen el difuso fondo fiduciario, que se ve completado con otros paquetes.
De la cantidad total, 400 millones de euros (unos 448 millones de dólares) proceden de un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) con las acciones financiadas por el Fondo Fiduciario.
Además, la Comisión Europea y diez Estados miembros contribuirán con otro fondo fiduciario al que se han comprometido a aportar 90 millones de euros (unos 100 millones de dólares).
En el desembolso previsto están también el instrumento de contribución a la estabilidad y la paz, por 18 millones de euros (unos 20 millones de dólares) destinados al Plan de Respuesta Rápida del Gobierno colombiano, así como la cooperación en curso para el periodo 2014-2017, que asciende a 67 millones de euros (unos 75 millones de dólares).
Durante la visita exprés de Mogherini, que concluyó hoy mismo, se firmaron además cuatro acuerdos de cooperación de la UE con Colombia relacionados con la consolidación de la paz que suman doce millones de euros (unos 13,4 millones de dólares).
«Esto es lo que estamos listos para hacer y lo que acabamos de firmar en el día de hoy nos dice que no solo estamos listos para apoyar el futuro (de Colombia) sino que ya hemos empezado a apoyar el proceso en estos meses», dijo la diplomática.
La funcionaria europea destacó que la UE está «comprometida financiera y políticamente» e hizo hincapié en que este es solo el comienzo, puesto que «lo mejor está por llegar».
Asimismo, agregó que «muchas oportunidades en términos de asistencia financiera con la UE llegarán en el momento en que se concluya el acuerdo de paz y los colombianos tengan la decisión sobre este proceso».
El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC) negocian la paz desde hace tres años y medio en La Habana, un proceso que esperan concluir con éxito en próximos meses, pues para lograrlo solo les falta alcanzar consenso sobre el último punto de la agenda, que incluye el desarme y la desmovilización de los guerrilleros.
Mogherini, quien aseguró haber seguido los diálogos paso a paso, insistió en que los Veintiocho «estamos aquí y estaremos en el futuro».
«Europa se construyó cuando los países estaban luchando guerras centenarias y descubrimos que la paz era la más conveniente para todos, esa es la razón por la que queremos invertir en la paz, creemos que es la mejor opción para el mundo», comentó.
Para la funcionaria de origen italiano, la paz con las FARC «puede ser una las mejores noticias mundiales el año y puede ser la buena noticia que enseñe al mundo que un conflicto que ha durado tanto puede finalizar a través de negociaciones, diplomacia y diálogo».
«Creánme cuando les digo que esta es una lección que el mundo está esperando», aseguró.
La visita de Mogherini coincidió con el «III Foro Colombia-Unión Europea», en cuya primera jornada se reflexionó hoy sobre las relaciones bilaterales con la intervención, entre otros, de la titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan.
Grynspan aseguró que «el día que se firme la paz en Colombia será un día trascendental para el país y para la región» y subrayó que el acuerdo convertirá a América Latina en la «única región en el mundo sin conflictos armados».
Por su parte, el enviado especial de la Unión Europea (UE) para la paz de Colombia, el irlandés Eamon Gilmore, afirmó en el foro que es «clave» para el acuerdo de paz entender que las diferencias políticas continuarán, pero que eso no puede «ser un resorte de violencia».
EFE
