(EFE).- Más de 600 bomberos tratan hoy de controlar el incendio desatado el pasado viernes en el municipio de Pampilhosa da Serra, el centro de Portugal, donde también hay desplazados 192 vehículos de extinción terrestre y cinco medios aéreos.
La situación en Pampilhosa da Serra, que este fin de semana obligó a evacuar seis aldeas y cortar tres carreteras, es la más complicada del total de ocho incendios que se mantienen activos hoy en Portugal, según datos de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC).
En total, hay desplegados por todo el país 713 bomberos, de los cuales 646 están en este municipio, situado en el distrito de Coimbra, en el centro de Portugal.
Los otros fuegos activos, de menor magnitud, se encuentran en las localidades de Celorico de Basto, Fafe, Baião, Monção (todos en el norte), Mesão Frio, Alcobaça y Mangualde (en el centro).
Entre enero y septiembre de este año ardieron 215.988 hectáreas forestales en Portugal, lo que supone un 174 % más que la media de los últimos diez años, según datos del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques luso.
El fuego más grave de este año fue el desatado el pasado junio en el término municipal de Pedrógão Grande (en el centro del país), que dejó 64 muertos y más de 250 heridos.
El periodo crítico de incendios forestales en Portugal, que normalmente concluye el 30 de septiembre, ha sido extendido este año por el Gobierno luso hasta el 15 de octubre ante la falta de precipitaciones y la consecuente sequía.