Los socialdemócratas europeos definen una agenda común para la UE post-brexit

Los socialdemócratas europeos perfilaron hoy sus prioridades de cara a una Unión Europea (UE) «post-brexit» y marcada por el auge de los populismos, en la que pidieron ir más allá de cambios superficiales y hacer una defensa profunda de sus fronteras y economía.

El encuentro en Celle Saint Cloud, a las afueras de París, juntó en torno al presidente de Francia, François Hollande, a una quincena de dirigentes de esa familia política, con la vista puesta de forma inmediata en la cumbre europea de Bratislava del 16 de septiembre, donde se marcarán las líneas maestras que deben seguirse.

«Los progresistas deben ir con una visión y medidas concretas y convencer no solo a otros jefes de Estado, sino también a sus conciudadanos, de que Europa es una fuerza a condición de que sea utilizada para ese fin, que permite controlar nuestro destino mejor de lo que podríamos hacerlo aislados», dijo el mandatario galo.

El presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, y la representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, fueron algunos de los participantes de esta cita en la que no hubo ningún titular español.

La protección del bloque comunitario, tanto en materia de seguridad como fronteriza y económica, fue un eje central de la agenda discutida, sobre la que Hollande incidió en que «no puede haber un espacio político si este no es capaz de protegerse».

«Es importante que Europa pueda reforzar más ciertos mecanismos, principalmente respecto al intercambio de información o al cifrado de cierto número de comunicaciones, para poder luchar eficazmente contra una amenaza que puede golpear a todos los países», añadió.

Hollande cargó además contra las grandes empresas que generan beneficios en Europa pero no son gravadas en función de esos resultados, instando a luchar contra el «dumping fiscal», y recalcó que la confianza en el futuro europeo se debe reflejar tanto en un incremento de las inversiones como en una defensa de sus valores.

«No queremos ser una suma de países. Somos europeos no solo porque tenemos un mercado y una moneda, sino porque pensamos que con Europa somos más fuertes», concluyó en una intervención sin turno de preguntas.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, añadió a la salida del encuentro que este sirvió para poner las bases de una acción más coordinada entre fuerzas y Gobiernos progresistas en Europa, que se encuentra «en una encrucijada» y debe centrarse en el crecimiento y el empleo.

Los líderes socialdemócratas, según las conclusiones, coincidieron en que un enfoque que solo apueste por la austeridad es «reduccionista y equivocado» y respaldaron que los fondos movilizados por el plan Juncker de inversiones de la UE, que Hollande quiere duplicar, deben ser «incrementados sustancialmente».

El último encuentro de los dirigentes progresistas, al margen de las reuniones preparatorias de los Consejos Europeos en Bruselas, se remontaba al pasado 12 de marzo en París.

«Los temas que estamos abordando hoy determinarán la UE que dejaremos a nuestros hijos y nietos. Debemos estar a la altura de este desafío. Y estoy seguro de que lo haremos», añadió el presidente del Partido de los Socialistas Europeos (PSE), Serguéi Stanishev, en un comunicado difundido por su agrupación.

La cita sirvió además para trasladar su apoyo a Italia tras el terremoto de ayer en el centro de ese país, que más allá de la catástrofe, según Hollande, refleja de forma metafórica que «Europa también es vulnerable y que puede haber acontecimientos que sacuden los fundamentos de algo que creemos una realidad para siempre».

EFE

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