Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) mostraron hoy su optimismo con la influencia que puede tener en el conflicto sirio la implementación del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, y que las negociaciones entre el Gobierno de Damasco y la oposición puedan iniciarse, como previsto, el día 25.
«Las negociaciones políticas en Ginebra entre las diferentes partes sirias tienen que comenzar», subrayó la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, en una rueda de prensa al término de un Consejo de Exteriores comunitario en el que se debatió la situación en Siria e Irak.
La jefa de la diplomacia comunitaria indicó que, ante el aumento de la tensión entre Arabia Saudí e Irán tras la ejecución de un importante clérigo chií, «la meta común de todos los europeos es invitar a todas las partes en la región a rebajar la tensión» para «proteger el frágil pero importante proceso» de negociaciones en Viena para dar una solución a la guerra en Siria.
Ante este escenario, Mogherini recordó que el acuerdo en vigor desde el sábado entre la comunidad internacional e Irán para evitar que este país produzca armas atómicas «marca una diferencia en la seguridad y estabilidad en la región».
El ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, destacó la importancia de que en las actuales conversaciones de Viena «todo el mundo está sentado a la mesa, «incluidos Turquía, Arabia Saudí e Irán».
«Estoy seguro de que el acuerdo con Irán va a suponer un cambio, ahora es posible incluirlo» en los esfuerzos por lograr la paz en Siria, subrayó.
Por su parte, el titular español en funciones, José Manuel García-Margallo, pidió en una rueda de prensa al término de la reunión «reforzar la centralidad de la ONU» en el proceso y, en particular, el papel de su enviado especial para Siria, Staffan de Mistura.
Dijo que habrá que ver qué facciones de la oposición siria podrán unirse a las discusiones, entre las que descartó a las organizaciones terroristas Estado Islámico (EI) y Al Nusra, e insistió en que el presidente sirio, Bachar al Asad, «no puede formar parte del futuro del país».
El secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Harlem Désir, aseguró por su parte que una solución duradera en Siria «sólo puede ser política», y pidió intensificar la lucha contra Dáesh (acrónimo árabe de la organización terrorista Estado Islámico), y «que las negociaciones de paz en Siria comiencen en la fecha prevista, es decir, el 25 de enero».
La conferencia de Ginebra, en la que se espera que por primera vez en dos años negocien en una misma mesa miembros del Gobierno y de la oposición, tiene el objetivo de impulsar un proceso de paz, tras los acuerdos alcanzados en noviembre pasado en Viena.
La cita en la ciudad suiza forma parte de la hoja de ruta aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 18 de diciembre, que fijó un plazo de seis meses para que ambas partes establezcan un Gobierno de transición, y de 18 meses para la celebración de elecciones
Los ministros también abordaron el drama humanitario en Siria y, a lo largo de un almuerzo de trabajo con su homólogo jordano, Nasser Judeh, ahondaron en la situación específica de los refugiados.
En concreto el Consejo hizo un balance de los preparativos para la conferencia en favor de los refugiados que tendrá lugar en Londres el 4 de febrero, en la que España aportará 7 millones de euros, informó García-Margallo.
Otro asunto que trató el Consejo fue la aplicación de los acuerdos de paz de Minsk entre las autoridades ucranianas y los separatistas prorrusos que controlan el este del país.
En esta ocasión los ministros se centraron en la agenda de reformas que debe aplicar el Gobierno de Kiev.
«Ha hecho progresos pero el trabajo tiene que continuar, especialmente después de que haya entrado en vigor el 1 de enero el acuerdo comercial» entre la UE y Ucrania, dijo Mogherini.
EFE