El mediador de la ONU para Siria, Staffan De Mistura, mostró hoy su preocupación de que la velocidad con la que avanzan las negociaciones de paz no sea la suficiente para mantener el cese de las hostilidades en el país y, en consecuencia, se interrumpa la entrega de asistencia humanitaria.
«Estoy preocupado de que el proceso no vaya lo suficientemente rápido», declaró durante una comparecencia ante la prensa al fin del sexto día del proceso negociador.
El mediador recordó que el cese de las hostilidades que comenzó el pasado 27 de febrero aún se mantiene a pesar de varios incidentes diarios, lo que ha permitido la entrega de asistencia humanitaria a más de 150.000 personas que no recibían ayuda desde hace meses.
«Pero ninguno de estos dos (tregua y asistencia) puede sostenerse si no avanzamos en el proceso de búsqueda de un camino para la transición política», afirmó.
Esta advertencia vino luego de que criticara veladamente al Gobierno por no querer ni tan siquiera dialogar sobre la transición política en el país, en guerra desde hace un lustro.
De Mistura explicó que hoy mismo, durante la reunión que mantuvo con la delegación gubernamental, le preguntó directamente al jefe de la misma, Bachar al Yafari, que pensaba sobre la transición política.
«Su respuesta fue que es ‘prematuro’ hablar de ello. Y yo le contesté que la necesidad es inminente», manifestó el mediador.
«La transición política es la madre de todos los temas y así lo entienden el Consejo de Seguridad y el Grupo de Apoyo a Siria», dijo, en referencia al grupo formado por Estado Unidos y Rusia y por otros países con influencia en la región, como Arabia Saudí y Turquía.
Precisamente, el mediador se refirió al encuentro que mantendrá el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú pasado mañana y dijo que esta reunión «no ocurre por coincidencia».
«Nada es por coincidencia, todo está interconectado, que coincida el fin de esta ronda de negociaciones con la reunión es clave», sostuvo, sin añadir nada más al respecto.
Consultado sobre la advertencia de Rusia de que actuará de forma unilateral para hacer cumplir el alto el fuego en Siria si Washington no responde a las propuestas de Moscú para garantizar el cese de las hostilidades, De Mistura se mostró convencido de que ambos países «sabrán lidiar con el tema».
Mientras, las dos partes negociadoras se acusan mutuamente de dilatar a propósito el proceso.
La semana pasada, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora, acusó al Gobierno de dilatar el proceso, una denuncia que hoy ha devuelto el régimen.
«Ha pasado una semana y la han usado (la CSN) para perder el tiempo», afirmó Al Yafari en rueda de prensa, tras reunirse por cuarta vez con el mediador.
El también embajador de Siria ante Naciones Unidas explicó que el primer día de las negociaciones, hace justo una semana, entregaron un «documento oficial» titulado «Elementos Fundamentales para una Solución Política», al cual, según él, la oposición no ha respondido.
«Hasta ahora no hemos recibido ninguna respuesta del otro lado. Están dilatando el proceso a propósito», subrayó Al Yafari.
De Mistura se ha referido a esta supuesta falta de respuesta por parte de la oposición y ha dicho que «es normal» que no lo hayan hecho porque él no les ha transmitido el documento.
«No quiero que esto se convierta en un intercambio público de puntos de vista. De lo que se trata es de buscar las bases comunes de entendimiento, y ese es mi trabajo».
Asimismo, el mediador rebatió la acusación de Al Yafari sobre la supuesta hipocresía de la comunidad internacional por definir, dijo, como terroristas a los que cometen actos terroristas desde Australia hasta Francia pasando por Emiratos Árabes Unidos pero que califican de «grupos armados moderados» a los que actúan en Siria.
De Mistura aclaró que para la ONU los grupos terroristas son los definidos por el Consejo de Seguridad, en este caso el Estado Islámico y el Frente Al Nusra, vinculado a Al Qaeda.
Finalmente, el enviado especial subrayó que hoy se había reunido con 25 representantes de la sociedad civil que le trajeron «la voz de la gente y no de las posiciones políticas».
EFE