Tres mil 690 inmigrantes fueron rescatados el pasado sábado en el Mediterráneo por guardacostas italianos.
Se trata de uno de los balances más altos de los últimos años en un solo día, junto con los tres mil 791 migrantes socorridos el 12 abril y los dos mil 850 de día 13 del mismo mes.
Ayer, los guardacostas realizaban otras operaciones de socorro, aunque no se dieron más detalles.
El patrullero francés “Commandant Birot”, enviado la semana pasada para reforzar el dispositivo europeo en el Mediterráneo, a raíz de una serie de naufragios registrados en abril, socorrió a unos 219 migrantes.
El patrullero tenía previsto llegar al puerto de Crotone, en Calabria, donde las autoridades italianas se harán cargo de los inmigrantes rescatados, así como de dos supuestos traficantes de personas que viajaban a bordo.
Las operaciones del sábado movilizaron además del Crotone, cuatro navíos de guardacostas italianos, dos navíos de la marina italiana, dos cargueros, dos barcos de la policía aduanera y dos remolcadores.
La marina italiana anunció que la fragata “Bersagliere” había socorrido a 778 migrantes y su patrullera “Vega” a otros 675.
Algunos de los migrantes socorridos el sábado llegaron en la noche a la isla italiana de Lampedusa, la más cercana a las costas africanas, mientras que otros muchos llegaron ayer por la tarde a Sicilia.
Tras la serie de naufragios que dejaron más de mil 200 muertos en abril, los dirigentes europeos se reunieron el 23 de abril decidieron reforzar la presencia de la UE en el Mediterráneo triplicando la operación europea Triton, que era hasta entonces de tres millones de euros por mes.
Y el flujo no se detiene
Pese a las grandes catástrofes que ocurren a los migrantes al tratar de salir de su país de origen, luego de la tragedia ocurrida el domingo 19 de abril, tan sólo en los siguientes días del trágico naufragio, cientos de personas han sido detectadas al tratar de ingresar a Europa.
El lunes 20, los guardacostas italianos salvaron a otras 638 personas embarcadas en seis lanchas neumáticas, en seis operaciones de rescate distintas, algunas a menos de 60 kilómetros de las costas libias.
El martes 21, la marina italiana anunció que había salvado a 446 indocumentados, entre ellos 59 niños, quienes iban a bordo de otra embarcación, a 150 kilómetros de las costas de Calabria (Sureste de Italia).
Al día siguiente, el miércoles 22, más de mil 100 inmigrantes desembarcaron en los puertos italianos de Augusta (Sicilia), en Salerno y en Lampedusa tras ser rescatados por la Marina Militar en barcazas a la deriva en el Canal de Sicilia, por lo que se puede deducir que en las personas es más el temor de quedarse en su país de origen, que el morir ahogadas en el mar.
Casi un millón de personas están listas para embarcarse hacia Europa desde Libia, aseguró el fiscal adjunto de Palermo, Sicilia, Maurizio Scalia.
El funcionario confirmó, durante una rueda de prensa, que al país Norafricano llegan cientos de miles de personas que buscan partir ilegalmente al Viejo Continente.
“Según datos en nuestro poder, en las costas líbicas habría cerca de un millón de migrantes listos para salir hacia Europa”, declaró.
Más de cinco mil 800 inmigrantes fueron asistidos en el Mar Mediterráneo este fin de semana cuando intentaban llegar a Italia desde las cosas libias.
Italia rescató a 170 mil en el mar en 2014, un aumento de 277% con respecto a las cifras de 2013.
La situación de los pasajeros
La más grande fuente de personas que buscan vivir en europa es Libia, un país sumido en el caos desde la caída en 2011 de Muammar Gadhafi, con dos gobiernos que se disputan el poder, por lo que embarcan muchos migrantes, incluyendo a desplazados por conflictos armados que buscan asilo en Europa.
Esa necesidad de buscar un nuevo lugar da pie al crecimiento de tráfico de personas, quienes en su afán de encontrar asilo en el Viejo Continente pagan entre 300 y 660 euros por el viaje que los lleve a donde anhelan llegar, según información de la Fiscalía de Catania.
En el naufragio ocurrido frente a las costas de Libia el pasado 19 de abril, en el que se cree que murieron 850 personas, hubo al menos cuatro presuntos traficantes que llevaban a estas personas con destino a Italia.
Del trágico accidente sólo hubo 28 sobrevivientes, entre ellos dos miembros de la tripulación que fueron arrestados.
La Fiscalía cree que había otros dos somalíes que murieron en el naufragio y que fueron los encargados de encerrar bajo llave a cientos de inmigrantes en la bodega y en la cubierta inferior, impidiendo así que pudieran salir cuando el pesquero volcó en las aguas del Canal de Sicilia.
En ese viaje, los pasajeros iban divididos según lo que hubiesen pagado; un adolescente bangladesí que sobrevivió al naufragio, explicó que quienes habían pagado menos iban encerrados en una bodega. Otra parte iba en el nivel medio, y quienes pagaron más iban en la parte superior del barco.
Conociendo esa situación es entendible el gran número de muertes que resultó tras la coalición del barco, pues una gran parte de los viajantes no pudo ni siquiera tratar de nadar, al permanecer encerrada.
Además, según el testimonio de otro bangladesí, de 17 años, la mayoría de los migrantes “eran africanos y no sabían nadar”.
AFP / GSO