Los restos de una posible mujer vampira fueron encontrados por un grupo de arqueólogos dentro de un cementerio del siglo XVIII en el pueblo de Pién en Polonia. Junto con los restos óseos de la mujer, se encontraron diversos objetos que evitaban que el ser pudiera levantarse de la tumba para seguir cometiendo sus ataques.
Dariusz Polinski, un profesor de la Universidad Nicolás Copérnico, fue el encargado de llevar a cabo la excavación arqueológica que llevaron a encontrar los descubrimientos tanto óseos como los extraños objetos que le colocaron al personaje, donde destaca una hoz que fue colocada en el cuello de la “vampira”, con el fin de que pudiera levantarse.
Según indicó el profesor Polinski, “la hoz no se colocó plana, sino que se colocó en el cuello, de tal manera que si el difunto hubiera intentado levantarse, la cabeza habría sido cortada o herida”.
“Otras formas de protegerse contra el regreso de los muertos incluían cortar la cabeza o las piernas, colocar al difunto boca abajo para que mordiese el suelo, quemarlo y aplastarlo con una piedra”.
Entre las características principales que a primera vista se percibieron en la mujer vampiro, fueron sus identificables dientes, ya que tenía piezas frontales sobresalientes, sobre todo en la parte posterior de la dentadura.
El cadáver de la vampira, no es el primero haber sido encontrado, ya que hace siete años, se desenterraron también en Polonia, en la ciudad de Drawsko, a 200 kilómetros de distancia de Pién. Dichos restos óseos también tenía sobre el cuello una hoz como la del reciente caso documentado.
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