Después de realizar las pruebas correspondientes, la Oficina Veterinaria del Reino Unido confirmó el primer caso nacional de COVID–19 en animales: un gato doméstico.
Aunque el felino experimentó síntomas leves al inicio de la enfermedad, al paso de unos días se recuperó completamente y hoy se encuentra sano. Según las autoridades sanitarias del Reino Unido, el gato adquirió el SARS-CoV-2 de sus dueños, que habían enfermado previamente.
Las autoridades de salud británicas explicaron que a pesar del positivo, no existe razón alguna para encender las alarmas, toda vez que no hay evidencia científica alguna para sospechar que las mascotas pueden contagiar COVID–19 a humanos.