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El Gobierno de EU se declaró hoy preocupado por los nuevos combates registrados en el este de Ucrania y advirtió de que habrá «consecuencias adicionales» para Rusia si continúa con su «agresión» en ese país.
En esos nuevos combates entre fuerzas ucranianas y separatistas prorrusos, EU ha visto «el tipo de armamento que debería ser replegado» bajo los acuerdos de paz de Minsk, detalló el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia telefónica con periodistas.
La crisis en Ucrania será uno de los temas protagonistas de la Cumbre del G-7, que comienza el domingo en Alemania entre los líderes de ese país, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá.
Al dar detalles sobre el viaje del presidente de EU, Barack Obama, a Alemania para participar en esa cumbre, Rhodes sostuvo que esa cita entre los líderes del G7 debe servir para «hablar con una sola voz» acerca de que Rusia «seguirá enfrentando sanciones» hasta que haya una solución diplomática al conflicto en Ucrania.
Según Rhodes, hace falta «tiempo» para que las sanciones afecten al «cálculo» político de presidentes como el ruso Vladímir Putin.
«Lo hemos visto con Irán», puso como ejemplo al recordar que al régimen de Teherán le ha costado «años» sentarse a negociar sobre su programa nuclear y que eso ha sido posible por las sanciones impuestas a ese país.
El Gobierno de EU ya había advertido ayer a Rusia de que responderá con «más costes» a cualquier intento de las milicias apoyadas por Moscú de conquistar más territorio en Ucrania.
La amenaza de guerra a gran escala tras la nueva oleada de combates entre fuerzas gubernamentales y milicias prorrusas en la región de Donetsk está poniendo en peligro los acuerdos de paz alcanzados en febrero pasado en Minsk.
EFE / ARBC
