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Jalil Rachid asumió hoy como nuevo viceministro de Seguridad Interna de Paraguay en medio de las críticas por el hecho de que hasta ahora fuera el fiscal del juicio por la masacre de Curuguaty, que en 2012 dejó once campesinos y seis policías muertos.
Los hechos, por los que están acusados trece labriegos, causaron además la destitución del entonces presidente paraguayo, Fernando Lugo, en un juicio parlamentario.
El Frente Guasú, la formación a la que pertenece Lugo, calificó el miércoles de «atropello a la ética jurídica» el nombramiento de Rachid, que sustituye a Javier Ibarra.
Rachid se presentó hoy ante los medios en un acto en el que estuvo flanqueado por el ministro del Interior, Francisco de Vargas, quien reconoció que el nombramiento se realizó a propuesta suya y debido a la trayectoria profesional del exfiscal.
Respecto a las críticas por ese nombramiento, el ministro declaró que son «válidas», pero aclaró que la acusación que pesa sobre los procesados en el juicio por la masacre de Curuguaty no «ha sido formulada exclusivamente por Jalil Rachid».
«Al final son tres hombres del Poder Judicial los que van a juzgar aquellos hechos que hoy día se están exponiendo a su conocimiento», dijo el ministro.
La matanza de Curuguaty ocurrió cuando unos 340 policías rodearon a un grupo de manifestantes campesinos durante el violento desalojo de unas tierras ocupadas por labriegos de la zona en demanda de que formaran parte de la reforma agraria.
El juicio, que se reiniciará la próxima semana, ha sido suspendido casi una veintena de veces, después de que los defensores recusaran a Rachid y al tribunal por su presunta parcialidad en la causa.
Rachid dirigió una investigación en la que fueron acusados trece campesinos por la muerte de seis policías en la masacre, pero no fue imputado nadie por la muerte de once labriegos.
EFE
