La concentración de polen en el aire podría tener una conexión con la propagación del Coronavirus. La idea es que a más granos en suspensión, mayor número de contagios. La conclusión se extrae de un estudio que se apoya en datos de casi 250 estaciones repartidas por todo planeta.
La relación ser da en que el material polínico debilita la primera línea de defensa contra los virus respiratorios. Esto se da, sin importar si la persona en cuestión es alérgica o no al polen.
Cuando aumenta el polen, suben los contagios. Y cuando baja su concentración, descienden, explica María del Mar Trigo, experta en botánica y fisiología vegetal de la Universidad de Málaga. La coautora de la investigación encontró que los mayores números de contagios se dan en las zonas con más concentración de polen.
