Chile se anticipó hoy al Gobierno de Evo Morales y decidió presentar una demanda contra Bolivia para que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya determine si el Silala es un río internacional cuyas aguas deben compartir ambos países.
«Hemos decidido tomar la iniciativa» para pedir que la Corte de La Haya «se pronuncie sobre si es un río internacional, como decimos nosotros», declaró hoy la presidenta Michelle Bachelet.
Posteriormente, el canciller Heraldo Muñoz anunció a la prensa que la solicitud de registro de la demanda -el trámite formal para dar inicio a la acción judicial- estaba siendo presentado a esa hora en La Haya por la directora de Fronteras y Límites, Ximena Fuentes, quien será la agente chilena en este caso.
«Chile no puede permanecer pasivo frente a la reiterada conducta del Gobierno de Bolivia de desconocer nuestros derechos y, por consiguiente, hemos demandado ante la corte para que esta institución resuelva la disputa», explicó Muñoz.
La controversia, que se hizo patente a partir de 1997, se debe a la discrepancia que mantienen las autoridades de los dos países acerca de la naturaleza del Silala.
Mientras que para Chile se trata de un río internacional que ambas naciones deben compartir, Bolivia sostiene que son manantiales que están en su territorio y cuyo curso ha sido desviado de forma artificial.
El conflicto fue escalando en los últimos meses, hasta el punto de que el presidente Evo Morales -quien presentó en 2013 una demanda contra Chile para que la CIJ le obligue a negociar una salida soberana al mar- anunció que estaba preparando otra acción judicial contra el país austral.
Dado que la preparación de esta segunda demanda se llevaría cerca de dos años, según Morales, las autoridades chilenas decidieron pasar a la acción y ser ellas las que lleven el asunto ante la Corte Internacional de Justicia.
«¿Por qué estar expuestos y pasivos, cuando tenemos todos los antecedentes y fundamentos para demandar a Bolivia e impedir acciones perjudiciales a nuestros intereses?», se preguntó el canciller chileno.
«Nosotros hemos decido ser demandantes en esta causa, en vez de ser demandados, y esto es muy positivo», enfatizó desde La Haya la agente chilena, Ximena Fuentes, quien agregó que su país no podía aceptar la acusación de Bolivia de que está robando las aguas del Silala «porque eso ponía a Chile en cuestión frente a la comunidad internacional».
Aunque aún se desconocen los argumentos concretos, Muñoz anticipó que en la demanda se solicita al tribunal que reconozca que el Silala es un río internacional, que Chile tiene derecho a un uso «equitativo y razonable» del mismo y que la utilización que está haciendo de sus aguas es la que le corresponde en derecho.
También pide que la corte obligue a Bolivia a adoptar las medidas necesarias para evitar la contaminación de los acuíferos y a informar a Chile de cualquier acción que pueda repercutir en los recursos hídricos o tenga impacto ambiental.
Por último, le solicita que resuelva si Bolivia tiene la obligación de «cooperar con Chile y notificar las medidas que puedan tener un efecto adverso en el país austral».
En respuesta, Morales dijo hoy que si en Chile «tienen valores», debían preguntar al tribunal a quién pertenece ese recurso natural.
La decisión de Bachelet de demandar a Bolivia recibió el respaldo unánime de todas las fuerzas políticas chilenas.
Los exmandatarios Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera emitieron una declaración conjunta de apoyo a una iniciativa que, en su opinión, «aspira a poner fin al clima de incertidumbre que el Gobierno de Bolivia ha tratado de crear en torno a recursos y derechos que corresponden a Chile».
«Lamentamos que el comportamiento del actual Gobierno de Bolivia esté produciendo un deterioro en las relaciones bilaterales como no se había visto en décadas».
«Esperamos que esa conducta cambie para retomar la senda de diálogo constructivo que corresponde a dos países vecinos», agregan.
El apoyo transversal con que cuenta la iniciativa quedó de manifiesto en declaraciones de portavoces de los partidos oficialistas y de oposición, así como en una declaración conjunta de diez excancilleres.
«Las conductas, declaraciones y amenazas de Bolivia han generado una controversia jurídica con Chile sobre la naturaleza y uso de las aguas del Silala», señala este comunicado.
«Chile no puede permanecer pasivo frente a la reiterada conducta de Bolivia de desconocer sus derechos», advierte el manifiesto firmado por los exministros Soledad Alvear, José Miguel Insulza, Hernán Felipe Errazuriz, Alfredo Moreno, Mariano Fernández, Miguel Schweitzer, Carlos Figueroa, Juan Gabriel Valdés, Alejandro Foxley e Ignacio Walker.
EFE