La nueva variante Ómicron del coronavirus es «altamente transmisible» y requiere una «acción urgente», advirtieron los ministros de Sanidad del Grupo de los Siete (G7), tras un encuentro de urgencia convocada por Londres, en concordancia con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advirtió “un riesgo muy elevado”.
En la reunión convocada por Reino Unido, que ostenta la presidencia temporal del G7, los ministros de Sanidad de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y Reino Unido reconocieron la importancia de garantizar el acceso a las vacunas.
Para ello, subrayaron la necesidad de «preparar» a los países para recibir las dosis, proporcionando «asistencia operativa, cumpliendo nuestros compromisos de donación, abordando la desinformación sobre las vacunas y apoyando la investigación y el desarrollo”.
Los ministros elogiaron el hecho de que Sudáfrica detectara la nueva variante y alertara a los demás. Poco antes de la reunión, la OMS advirtió que la nueva variante suponía un «riesgo muy elevado» para el mundo.
El presidente de EU, Joe Biden, consideró que la nueva cepa «es motivo de preocupación, pero no de pánico», por lo que aseguró que los expertos no consideran que sean necesarias «medidas adicionales» .
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