El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, pronunciará el miércoles su esperado discurso sobre inmigración irregular en Arizona, después de posponerlo en varias ocasiones.
«Daré un gran discurso sobre inmigración ilegal el miércoles en el gran estado de Arizona. Grandes multitudes, buscando un recinto grande», escribió hoy Trump en su cuenta de la red social Twitter.
Hay una enorme expectación en Estados Unidos por comprobar en ese discurso si Trump, como pareció en algunos momentos de esta semana, está dispuesto a suavizar su dura propuesta en política migratoria para atraer al votante hispano, ampliamente favorable a su rival Hillary Clinton.
La gran duda por despejar es si el multimillonario confirmará, como afirmó esta semana, que se retracta de su plan de que «una fuerza de deportación» expulse a la totalidad de los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en EEUU.
El sábado en un mitin en Iowa, Trump prometió «librarse de los inmigrantes ilegales criminales», echarlos del país, «en la primera hora» de su mandato, pero no dijo una sola palabra sobre la gran incógnita: qué plan tiene para los indocumentados sin historial delictivo.
En una entrevista con NBC, el presidente del Comité Nacional Republicano, Rience Priebus, explicó que Trump ofrecerá «un discurso preparado» sobre este asunto, una costumbre inusual en el magnate que se ha visto ya en algunos de los últimos mítines, como el de Iowa.
Esta semana el multimillonario neoyorquino evidenció que ahora, ante la recta final de la campaña, busca acercarse al votante afroamericano e hispano, dos electorados clave con los que Clinton le lleva una amplia ventaja en los sondeos y a los que ha ofendido repetidamente desde que lanzó su campaña hace más de un año.
Con ese objetivo en mente, Trump hará campaña próximamente en comunidades de mayoría hispana y afroamericana, después de haber sido criticado por pedir el voto de estos grupos ante audiencias mayoritariamente blancas.
«Estamos planeando eventos en comunidades de color. Estamos intentando ver lo mejor en estas comunidades y escuchando sus preocupaciones, pero también sus historias de éxito», dijo hoy la jefa de campaña de Trump, Kellyanne Conway, en el programa de radio «The Cats Roundtable» del magnate John Catsimatidis.
Washington, 28 ago (EFE).- El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, retó hoy a su rival, Hillary Clinton, a publicar su historial médico detallado, después de que su entorno haya difundido rumores sobre que la demócrata esconde supuestos problemas de salud.
«Creo que ambos candidatos, la deshonesta Hillary y yo, debemos publicar historiales médicos detallados. ¡Yo no tengo ningún problema en hacerlo! ¿Hillary?», escribió hoy Trump en su cuenta de la red social Twitter, sin que hasta ahora haya obtenido respuesta.
Portavoces y seguidores de Trump, que tiene 70 años, cuestionan continuamente la salud de Clinton, de 68, en redes sociales y tertulias políticas.
La más destacada de esas voces es la del exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, quien anima a los que dudan de la salud de la demócrata a entrar en Internet y escribir «la enfermedad de Hillary Clinton».
Para la exsecretaria de Estado, estos rumores solo son «parte de la estrategia loca» de Donald Trump, como dijo recientemente en la cadena ABC.
El médico de Clinton ha asegurado repetidamente que su estado de salud es adecuado para ostentar un cargo como el de presidenta de Estados Unidos.
Trump publicó en diciembre una carta de su doctor en la que aseguraba que el magnate sería «la persona más sana electa presidente» en la historia del país.
Este fin de semana esa carta ha sido objeto de controversia después de que el médico confesara a NBC News que la había escrito en cinco minutos.
«No creo que esté en mejor o peor forma que cualquier persona que se ejercita cada día. Él no fuma, no bebe -y esa es simplemente la mejor ventaja que tienes para vivir- y tiene un buen historial familiar», declaró el doctor Harold Bornstein a la NBC preguntado por la salud del magnate.
Así, si esta semana el arma arrojadiza de la campaña fueron las acusaciones de racismo, el reto de Trump a Clinton podría convertir la salud en objeto de una nueva guerra entre los dos candidatos presidenciales.
EFE