La Cámara de Representantes controlada por los republicanos desechó el jueves realizar una votación en torno al uso de la bandera confederada en cementerios administrados por el Servicio de Parques Nacionales, un repliegue bajo fuego que sólo ha intensificado un intenso ataque de demócratas que se quejan de que ese estandarte celebra un pasado racista sanguinario.
«¿Cuál es exactamente la tradición de la bandera de batalla confederada que estamos apoyando?», preguntó el legislador demócrata Hakeem Jeffries, de Nueva York, en momentos en que se encienden las tensiones políticas por temas de raza. Irónicamente, se llevó a cabo el mismo día en que la misma bandera perdía su lugar de honor en los terrenos del Capitolio de Carolina del Sur.
«¿Es esclavitud, violación, secuestro, traición, genocidio o todas ellas?», agregó.
Ningún republicano se puso de pie para responder, aunque algunos funcionarios acusaron en privado que los demócratas han acusado falsamente de racismo a legisladores del Partido Republicano.
Señalaron que la propuesta simplemente hubiera convertido en ley la política del gobierno del presidente Barack Obama.
Refiriéndose al inminente retiro de la bandera en Carolina del Sur, el republicano John Boehner de Ohio, presidente de la cámara baja, dijo que ya es hora de que «los adultos aquí en el Congreso realmente se sienten y tengan una conversación respecto a cómo atender este asunto».
En respuesta, los demócratas intensificaron sus críticas, a pesar de que Josh Earnest, vocero de la Casa Blanca, se negó a responder directamente cuando se le preguntó si Obama ordenaría al Servicio de Parques Nacionales prohibir la bandera en sus cementerios.
La propuesta hubiera permitido un uso limitado de la bandera confederada en cementerios administrados por el Servicio de Parques en estados que festejen un día feriado que conmemore la Confederación, y sólo en las tumbas de combatientes que murieron en la Guerra Civil.
Según un memorándum del Servicio de Parques de 2010, hubiera afectado a 10 cementerios, incluidos cuatro en Tennessee, tres en Virginia y uno en cada uno de los estados de Louisiana, Mississippi y Georgia.
El número de tumbas es desconocido, pero Kathy Kupper, vocera del Servicio de Parques Nacionales, dijo que había una en el cementerio Andersonville en Georgia y dos en cada uno de los camposantos de Shiloh en Tennessee y de Vicksburg en Mississippi.
Lo sucedido es lo más reciente en torno a la bandera confederada en el Congreso federal luego de que el país se vio sacudido por la masacre de nueve afroestadounidenses que estudiaban la Biblia en su iglesia en Carolina del Sur. El sospechoso, un joven blanco, mostró el estandarte confederado en un video.
AFP / AJBR