En poco más de una década, los jóvenes latinos de Nebraska, en su mayoría nacidos en EE.UU., han dejado los trabajos tradicionales de sus padres en la construcción o sector agropecuario, pero aún no logran salir de la pobreza, según un estudio de la Universidad de Nebraska en Omaha (UNO).
El reporte, titulado “Latinos y la recesión económica en Nebraska”, analiza los cambios demográficos, económicos y sociales que afectaron a la comunidad hispana de ese estado (unas 190.000 personas) de 2005 a 2014, año más reciente con datos estadísticos completos.
Al completar ese análisis, Lissette Aliaga-Linares, profesora asistente de sociología en UNO y coautora del reporte, detectó una “tendencia positiva” y un “cambio importante” en la comunidad hispana, ya que “los latinos nacidos en Estados Unidos gradualmente entran a nuevos sectores empleo” en los cuales sus padres inmigrantes prácticamente no participaban.
Específicamente, eso lleva a que los jóvenes latinos ya no buscan trabajo mayormente en construcción o en plantas procesadoras de carnes de animales, a donde llegaron a trabajar sus padres a partir de 1990, sino que ahora sus principales ocupaciones son en ventas, servicios de salud y el sector turístico.
Una de las razones de ese cambio en las preferencias de empleo de los hispanos es que en Nebraska el 77 % del crecimiento de la población latina en este período se debió a nacimientos, no a inmigración.
En su reporte, Aliaga-Linares destaca que la importante reducción en la deserción escolar entre los latinos, el marcado aumento en el uso del inglés y el mayor número de hispanos que cursas estudios superiores y la disminución en el número de embarazos no planeados entre adolescentes de esta comunidad.
Todo eso, dice Aliaga-Linares en su reporte, “resalta la importancia la de la segunda generación como la principal fuente de cambios demográficos” entre los latinos de Nebraska.
Pero a pesar de ser ciudadanos, hablar inglés, tener buenos estudios y ser parte integral de la fuerza laboral local, aún no pueden escapar de la pobreza o bajos salarios que afectan a la comunidad hispana de Nebraska debido a su “vulnerabilidad económica”.
Específicamente, los ingresos promedios de las familias latinas siguen siendo el 30 % menores que los ingresos de los no latinos, y el índice de pobreza entre latinos, con el 26 % del total de esta comunidad, prácticamente triplica el índice estatal.
“El hecho de que en los próximos años los latinos serán un segmento importante de los votantes de Nebraska debe verse como una oportunidad para trabajar en una agenda social más inclusiva no solamente para los latinos, sino también para toda la creciente población minoritaria en este estado”, afirmó Aliaga-Linares.
EFE