Docenas de familias que por motivos migratorios han vivido separadas durante años se reunieron y abrazaron hoy en las inmediaciones del Río Grande, junto a la frontera con México, en una iniciativa sin precedentes en la región.
En la actividad binacional, denominada #AbrazosNoMuros, participaron más de mil personas provenientes de ambos lados de la frontera, según los organizadores.
Con el encuentro en el río, organizado por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos y el Instituto Fronterizo Esperanza, los asistentes denunciaron las políticas de deportación y separación de familias del gobierno del presidente Barack Obama.
De manera ordenada y en grupos, las familias se acercaron de uno y otro lado de la frontera que divide ambos países y se reunieron en medio del río durante tres minutos.
El encuentro se realizó cerca del Puente Internacional Paso del Norte, por la zona fronteriza que colinda con el Centro, tanto de El Paso (Texas) como de la mexicana Ciudad Juárez (Chihuahua).
“Teníamos más de 20 años sin vernos, pero ahorita, de perdida un abrazo y un beso, ya gracias a dios se nos concedió”, dijo con los ojos lagrimosos Antonia Sánchez, inmigrante de 59 años de edad.
Rosa Martínez, de 86 años, quien radica en Ciudad Juárez, abrazó y habló con sus nietos, quienes residen del lado estadounidense de la frontera sin los permisos para poder visitar México.
“Tenía 10 años sin ver a mis nietos”, dijo a Efe la mujer.
Los asistentes caminaban o corrían por entre el lodo del río y algunos gritaban, se abrazaban, se tomaban fotografías y lloraban.
“Son más de cien familias las que se están juntando a la mitad del río. La misma unidad familiar pero separada es la que se está dando el abrazo”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
Explicó que el encuentro pretende impactar en las agendas políticas del próximo Congreso de Estados Unidos.
“Hemos visto que millones de personas han sido deportadas y millones de familias separadas. Hijos, niños, padres, hermanos, han sido separados”, dijo el activista.
“Es un acto de amor, evidentemente, pero es (también) un acto de protesta”, agregó.
El directivo de la organización proinmigrante aseguró que el gobierno estadounidense debe reformar el modelo migratorio en lugar de continuar con las deportaciones masivas en todo el país.
Ramiro Cordero, portavoz de la Patrulla Fronteriza de El Paso, dijo que el evento binacional se tuvo que realizar en este sector debido a que en el área donde anteriormente se habían presentado reuniones parecidas, en Sunland Park (Nuevo México), se construye una valla fronteriza.
“Ellos obtuvieron permisos de CILA (la Comisión Internacional de Límites y Aguas) y de las diferentes compañías, en coordinación con nosotros, porque tiene que ser un evento ordenado”, dijo el portavoz oficial.
EFE