El presunto autor de la serie de tiroteos del sábado en Michigan (EE.UU.), que dejaron seis muertos y dos heridos graves, Jason Dalton, fue acusado hoy formalmente de seis cargos de homicidio, informaron las autoridades.
Dalton, de 45 años, escuchó la lectura de cargos en silencio y sin mostrar emoción alguna, y el juez denegó su petición de fianza.
El fiscal del caso, Jeff Getting, señaló que el acusado reconoció su participación en los hechos a los detectives que le interrogaron.
De acuerdo con las leyes del estado, podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua, ya que Michigan no cuenta con pena de muerte.
Hoy se conocieron nuevos detalles de la sangrienta jornada de Dalton, conductor de Uber, en la que pasó durante la noche del sábado más de cinco horas de un objetivo a otro en Kalamazoo, una localidad de Michigan a 220 kilómetros al oeste de Detroit.
En un comunicado de su jefe de seguridad, Joe Sullivan, Uber confirmó que el sospechoso trabajaba para la compañía y que estaba colaborando «con la policía para ayudar en la investigación de cualquier modo posible».
El jefe de Seguridad Pública de Kalamazoo, Jeff Hadley, señaló que aún se encuentran investigando las posibles motivaciones de los tiroteos, ya que parecen haber sido hechos «completa y totalmente al azar».
Entre las víctimas, con las que no tenía vínculo alguno, figuran un estudiante adolescente, un hombre que miraba automóviles en un concesionario y una mujer que estaba delante de su apartamento.
Cuando fue detenido, Dalton no opuso resistencia alguna y los agentes policiales encontraron un escopeta y munición en su vehículo.
De acuerdo con los datos de la web Mass Shooting Tracker, se trata del tiroteo masivo número 42 en EE.UU. en lo que va de año, que contabiliza homicidios en los que fallecieron cuatro o más personas.
Washington, 22 feb (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, lamentó hoy la serie de tiroteos que dejaron seis muertos y dos heridos graves este sábado en Kalamazoo (Michigan) y «destrozaron» a sus familias, y prometió ayuda federal en la investigación del suceso.
«El sábado, otra de nuestras comunidades resultó aterrorizada por la violencia armada», dijo Obama en una reunión en la Casa Blanca con la asociación que reúne a los gobernadores de los estados del país.
«Tenemos familias que están destrozadas hoy», añadió el mandatario en referencia a la serie de tiroteos en cuatro puntos distintos de ese condado de Michigan.
Obama telefoneó hoy al alcalde, el alguacil del condado afectado y el jefe de Policía de Kalamazoo y les prometió «que tendrán todo el apoyo del Gobierno federal que necesiten en su investigación» del suceso.
También felicitó a las autoridades locales por su «excepcional trabajo» que llevó al rápido arresto del sospechoso, Jason Dalton, de 45 años, tras una operación de búsqueda y captura.
Obama ha asegurado en varias ocasiones que su mayor frustración como presidente es el fracaso de sus intentos de impulsar una legislación para controlar más las armas de fuego, y en enero presentó medidas ejecutivas para ese fin, entre ellas la ampliación de la revisión de antecedentes de los compradores.
«A principios de este año, di algunos pasos para dificultar que individuos como este (de Kalamazoo) pudieran comprar un arma, pero claramente tenemos que hacer más para mantener seguros a los estadounidenses inocentes», sostuvo.
El mandatario se declaró «cansado» por la sucesión de tiroteos en el país y afirmó que, pese a lo terrible que fue el atentado terrorista de diciembre en San Bernardino (California), donde murieron 14 personas, «probablemente este fin de semana hayamos perdido más estadounidenses que entonces, debido a las armas».
Por tanto, instó a los gobernadores del país a trabajar con el Gobierno federal «con sentido común, de una forma bipartidista», dejando de lado los tintes «ideológicos que muchas veces dominan este tema».
EFE