Un estudio de huellas de aves del Cretácico Tardío, en dos localidades en el estado mexicano de Coahuila (norte) y con una antigüedad aproximada de 66,1 millones de años, permite documentar la convivencia entre éstas, pterosaurios y dinosaurios, señaló la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«Se trata del registro con mayor diversidad de pisadas de aves -de tipo semipalmeado- que se ha documentado y que data de una edad cercana a la extinción de los dinosaurios (66 millones de años), en un ambiente próximo a la antigua costa de Coahuila», indicó el investigador del Instituto de Geología (IGl), Francisco Vega Vera en un comunicado.
El investigador universitario dijo que con ello están confirmando «lo que otros investigadores en el pasado habían interpretado para este paquete de sedimentos, es decir, que se trata de un ambiente transicional entre agua dulce y marino».
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