Bryant Rozier
El Mexicano Newspaper
Afortunadamente, gracias a una subvención de la Fundación Lilly, BG pudo comprar una cámara y el equipo necesario para transmitir en vivo. La adaptabilidad del centro en medio de la pandemia sirvió de guía para el resto del año.

El agotamiento de Mondragón es un indicativo de cuánto hace BG por la comunidad de Mount Vernon Park y la zona con el código postal 46806. BG tiene un programa para después de clases y colabora con la academia Levan R. Scott, cuando las escuelas cerraron, ellos hicieron lo mismo.
2020 fue una montaña rusa de cierres y aperturas. Una vez que los números de la pandemia mejoraron y cuando el estado paso a la reapertura por etapas, BG abrió como todos los demás y cerró nuevamente cuando los números aumentaron en noviembre. Mondragón explicó que estaban preocupados por los voluntarios mayores de 65 años, ya que ellos estaban dentro del grupo demográficos con mayor riesgo de contraer el coronavirus.

Los programas para después de clases se reanudaron a mediados de enero de 2021, la iglesia y el resto de sus programas se reanudarán la primera semana de febrero.
BG tenía un plan completo de programas establecidos para el año. Planeaban ampliar sus programas extracurriculares y tenían planes prácticos para sus campamentos de verano, en los cuales participan más de 100 niños cada año. Al no recibir donaciones, el Centro se las ingenió y pidieron concesiones. «No quería despedir a nadie», señaló Mondragón, quien pidió a sus empleados renunciar al 50 por ciento de su cheque de pago por una nómina mientras trabajaban desde casa.
Había trabajo por hacer, explicó, “Tuvimos que adaptarnos a las necesidades de nuestra comunidad,” atender a los que habían perdido su empleo y no tenían los medios para pagar la renta.

El Centro solicitó ayuda de emergencia COVID-19 a diferentes fundaciones (St. Joseph Community Health Foundation, AWS Foundation y United Way) para poder distribuir alimentos. «Nunca habíamos distribuido alimentos», explicó Mondragón, «pero había una gran necesidad». El Centro se convirtió en un sitio de distribución de alimentos temporal durante el verano. En Bridge of Grace se sirvieron a un total de 480 familias y 1,470 individuos con 6,800 comidas (equivalentes a 3,600 libras de comida).
La Academia Levan Scott enlazó a BG con las familias, y Mondragón y su personal también brindaron servicios a quienes llamaron al número de servicio de referencia y de información 2-1-1 de United Way. Mientras repartían comida, Mondragón tuvo la oportunidad de conocer a tres familias hispanas que estaban en cuarentena a causa del coronavirus.
“Tratamos de asegurarnos de escuchar a la comunidad”, dijo Mondragón. “así es como siempre debemos empezar. Muchas veces, creemos saber qué necesitan las personas en lugar de preguntarles cuáles son sus necesidades «.
Algunas de las familias recibieron fondos de ayuda para emergencias de United Way (recomendados por el Centro) y de BG, para pagar facturas.
Luego, BG hizo la transición a lo que consideró que era la siguiente prioridad: solicitar trabajos en línea para quienes no tenían acceso a Internet. A través de una subvención de la Community Foundation, el Centro compró seis computadoras para su centro de recursos. Siguiendo esa secuencia, BG comenzó a ofrecer clases de computación a personas mayores de edad, con la meta de enseñar los conceptos básicos y cómo mantenerse conectados durante la pandemia.
El Centro se asoció con la organización sin fines de lucro Foster Grandparents y conectaron BG con aproximadamente 12 participantes adicionales (de 60 años o más) para la clase gratuita que se reunía (y se reunirá) los martes y jueves durante una hora cada día. Durante 3 meses, el curso de computación tuvo 60 participantes.
«Algunos de los participantes querían aprender», señaló Mondragón, «porque también querían ser tutores en línea, para poder ayudar a otra persona».
¿Qué hace falta ahora?
La pandemia puso en evidencia algunos elementos, para la sostenibilidad de la comunidad, que no siempre se han priorizado. La tecnología es de las primeras en la lista para Mondragón. “Algunos de los niños llegan a la escuela sin acceso a Internet o sin un dispositivo [como una computadora o tableta] que funcione”, explicó. «Los sistemas escolares deben prepararse mejor para tener [ese] acceso».
Con su meta de resolver problemas, Mondragón manifestó, “debe existir una mejor conectividad a los recursos”. Es una lección que se fortaleció con el trabajo comunitario del Centro.
«Muchos vecindarios no tienen organizaciones que los ayuden o brinden transporte para ir a buscar comida». Mondragón visualiza un escenario en el que diferentes iglesias, organizaciones e incluso fundaciones, generen centros de recursos en áreas estratégicas. “centros cercanos a donde las personas residen, especialmente en la zona sureste de Fort Wayne”, expresó.
“Algunos problemas en nuestra comunidad son crónicos, si respondemos en modo de crisis a problemas crónicos, como la pobreza, estamos perjudicando a la gente. Tenemos que encontrar la raíz de esos problemas crónicos para poder ser de ayuda», concluyó Mondragón.
Bridge of Grace, está ubicado en 5100 Gaywood Dr., también puede buscar información en línea en www.bridgeofgracecmc.org. Para más información sobre el programa Foster Grandparent (clases de computación), comuníquese con la oficina de Fort Wayne en su página de Facebook o llamando al (260) 426-2273.