El vicepresidente, Joe Biden, anunció hoy una nueva base de datos para la investigación en la lucha contra el cáncer como parte de su proyecto «Cancer Moonshot» que él mismo lidera, en el marco del congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) en Chicago.
Ante más de 35.000 especialistas en cáncer, Biden se unió a la comunidad científica para abogar por un modelo de compartición de datos y conocimientos accesible de manera inmediata para cualquier investigador en la materia.
Bajo el nombre, «Genómica de Datos Comunes», la base contiene datos genómicos de 12.000 pacientes, pero la idea es que se vayan incluyendo más con el tiempo.
De esta manera, los investigadores contra el cáncer pueden buscar la base de datos patrones de comportamiento de diferentes pacientes en respuesta a los tratamientos recibidos.
«La información se encuentra dispersa entre diferentes repositorios del Gobierno y la comunidad académica. La mayor parte de ella está fuera del alcance de los científicos», explicó Biden, quien pidió a los asistentes que se imaginaran «cómo sería trabajar todos juntos».
«Esta es una buena noticia para la lucha contra el cáncer. Con el lanzamiento de este nuevo recurso nacional, se podrá acceder libremente a los datos genómicos y clínicos de 12.000 pacientes, más los que se sigan registrando», agregó el vicepresidente.
Biden, quien en este último año en el Gobierno se ha puesto al frente de esta campaña contra el cáncer, reiteró que la protección de datos dentro de las instituciones ha obstaculizado la investigación contra la enfermedad, por lo que instó a científicos y compañías investigadoras a compartir sus datos.
La base de datos presentada por el vicepresidente incluye, no obstante, protecciones para la privacidad y la seguridad de sus pacientes, por lo que alentó a los expertos a «subir su información genómica en bruto» sin temor.
«Todos ustedes saben que es lo que hay que hacer. Es la forma más rápida para que podamos avanzar. Y no es técnicamente difícil para nosotros hacerlo», añadió.
«Les pido que nos ayuden a ayudarles. Ayúdennos a echarles una mano agregando la información disponible de manera inmediata» para que puedan continuar trabajando contra la enfermedad, insistió el vicepresidente.
Biden, que perdió a su hijo mayor el pasado año por un tumor cerebral, quiere aprovechar su último año en la Casa Blanca para dar un nuevo impulso a la lucha contra el cáncer e inspirar a una nueva generación de científicos a «traspasar los límites de lo posible».
Sobre la iniciativa «Moonshot» se pronunció hoy en ASCO el oncólogo y hematólogo español Antoni Ribas que lleva más de veinte años como investigador en la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles, y es pionero en el estudio de la inmunoterapia contra el melanoma.
En el abordaje del cáncer «ya no estamos perdidos», dijo, pero todavía es necesario conseguir toda la información sobre esta enfermedad, tener un conocimiento global.
Por eso, dijo a los periodistas, es el momento de «poner a trabajar a todo el mundo» para «saber cómo funciona el cáncer y cómo tratarlo».
«Los investigadores -añadió- esperamos que alguien del Gobierno diga que esto es muy importante, que ha habido muchos avances en los últimos 130 años, pero que ahora tenemos las tecnologías para avanzar mucho más».
Por otra parte, en el congreso de Chicago hoy se presentó un estudio sobre el precio de los medicamentos que concluye que el precio al por menor de los fármacos contra el cáncer es más bajo en los países de menos ingresos pero, aún así, siguen siendo menos asequibles que en los países económicamente más potentes.
Los precios más altos se registran en Estados Unidos y los más bajos en la India y Sudáfrica.
EFE