La empresa de servicios financieros Western Union cerró en Cuba, forzada por las presiones de la administración de Donald Trump, privando a miles de cubanos de recibir remesas de sus familiares en Estados Unidos.
La interrupción de las operaciones de la Western Union cierra las «vías oficiales y más seguras para el envío de remesas» desde Estados Unidos y estimula «la ilegalidad«, dijo el diario Granma, periódico del gobernante Partido Comunista.
El cierre en Cuba obedece a la medida tomada en junio por el departamento de Estado de incluir a Fincimex, contraparte local de Western Union, en una lista de más de 200 empresas cubanas que asegura son gestionadas por militares de la isla, y con las cuales ninguna entidad estadunidense puede tener negocios.