Se solicita: una comunidad activa

Hace algunas semanas tuve la oportunidad de asistir a un desayuno con legisladores estatales donde se discutió mucho sobre los Latinos en el estado de Indiana. El evento, llevado a cabo por el Instituto Latino de Indiana, o Indiana Latino Institute por su nombre en inglés, sirve para reunir a legisladores Republicanos y Demócratas para hablar francamente sobre cómo avanzar los temas que más afectan a los Hoosiers Latinos, como el acceso a las oportunidades de trabajo, educación, y licencias de manejar para nuestros hermanos y hermanas indocumentados. La palabra clave de esta reunión fue “acceso,” como señaló la legisladora estatal Mara Candelaria-Reardon, quién es una de dos legisladores que tienen ascendencia Latina. Para parafrasear lo discutido: está bien que el estado provisione beneficios a todos los Hoosiers, pero si hay retos en la travesía para accederlos, ¿en verdad son asequible todas estas oportunidades? ¿Y si no las son, de que sirve pretender que si lo son con palabras vacías? Creo que todos estamos hasta el tope de palabras vacías y promesas incumplidas por ambos partidos políticos. Por décadas, nuestras comunidades han contribuido generosamente a la prosperidad de no solamente el país, pero también del estado. ¿No creen que es tiempo de que nuestras necesidades – a veces básicas – sean tomadas en serio? Necesitamos que involucrarnos en los procesos cívicos que eligen a nuestros representantes, y cuando tengamos esa representación, necesitamos hacer que ellos nos rindan cuentas (cosa que se debe de hacer independientemente de que si tenemos representación o no). Como he dicho antes, este año electoral representa una vez más la oportunidad de hacernos escuchados en las urnas. Lo que es diferente en la actualidad es que tenemos más que perder que antes. Tenemos un presidente que proactivamente y abiertamente va contra los Latinos; un congreso que sigue sin poder hacer mucho por su polarización; una suprema corte con parcialidad hacia la derecha que decidirá si el programa de DACA puede continuar; y, por último, una casa estatal que no es productiva por su desequilibro político. ¿En verdad queremos que pasen las elecciones sin hacer nada? ¿Sin hacer lo mínimo – registrarse y salir a votar – para ser el voto que cambia nuestra situación actual? Somos gente trabajadora; esta elección en si no es un reto si nos ponemos a verlo bien. Empecemos hoy las acciones necesarias que nos llevaran a la victoria en noviembre de este año.