El presidente aprovechó para matizar unas declaraciones suyas en las que calificaba a Brasil como una «gran amenaza» para la seguridad sanitaria de los paraguayos.
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, expresó este lunes su solidaridad con Brasil y Argentina, con los que comparte la mayor parte de sus fronteras, por el aumento de los casos del coronavirus SARS-CoV-2, en concreto en el país presidido por Jair Bolsonaro.
«Mi solidaridad con Brasil, que está pasando un momento muy difícil; nuestra solidaridad y nuestro acompañamiento en la lucha para mitigar la propagación del virus. También con Argentina. Ambos presidentes (Jair Bolsonaro en Brasil y Alberto Fernández en Argentina) son grandes amigos», comentó Abdo Benítez a los medios.
El presidente paraguayo asistió este lunes a la inauguración de un tramo de asfaltado en el departamento de Caaguazú, en la región oriental, donde se concentra el mayor número de casos de coronavirus en Paraguay, ya que es ahí donde se encuentran buena parte de los albergues en los que están los repatriados que dan positivo al test.
De los 573 casos activos que existen en Paraguay, 543 se corresponden con ciudadanos repatriados que pasan la enfermedad supervisados en albergues militares o policiales, donde todos los ciudadanos que proceden del exterior, positivos o no, deben cumplir sus 14 días de cuarentena.
La mayoría de ellos son jóvenes trabajadores que regresan de Brasil, donde existe una alta circulación del virus, tras quedarse sin trabajo.
Ante la situación de Brasil, Abdo Benítez volvió a insistir en que «lo último» será «la apertura de las fronteras» para evitar «el ingreso del virus con una carga viral fuerte».
No podemos abrir todavía la frontera mientras haya una propagación importante del virus en nuestros países hermanos y vecinos», aseguró el presidente.
Brasil registra hasta la fecha más de 241.000 contagiados y una cifra superior a los 16.000 muertos, mientras que Argentina supera los 8.000 positivos y registra 374 fallecidos.
Abdo Benítez también trasladó su solidaridad a Bolivia y Uruguay, aunque recalcó que los que «tocan de cerca» a Paraguay son Brasil y Argentina, con los que comparte «las fronteras más importantes», por su extensión en kilómetros.
El mandatario aprovechó su conversación con la prensa para matizar unas declaraciones suyas de las últimas semanas en las que calificaba a Brasil como una «gran amenaza» para la seguridad sanitaria de los paraguayos a causa de la propagación del virus.
«Cuando decimos que es una amenaza lo que está ocurriendo en Brasil, no es de una manera despectiva con un pueblo hermano, sino, simplemente haciendo una referencia a algo objetivo que está ocurriendo en el Brasil, que es una importante propagación del virus», aclaró.
Esa situación obligó a Paraguay a prestar «una mayor atención» a la frontera con Brasil, que se ha reforzado en las últimas semanas con mayor presencia militar.