¿Me aceptarías un regalo?

Andreina Díaz.

Estamos en la temporada de otoño, una época donde comienzan a comprarse muchos regalos por diversas festividades familiares como por ejemplo el día de acción de gracias, y posterior a esa celebración, los días de navidad en diciembre. Un mes en el que recibimos muchos regalos.

Sentada un día en el balcón de mi casa me propuse hacer una encuesta a través de Instagram acerca de los regalos, y realicé una sola pregunta. Imagínate esta fotografía: Si una persona que te conoce muy bien llega a ti con un hermoso regalo en sus mano, lo ves y está completamente envuelto y tienes la certeza que ese detalle te hará muy feliz, aun sin saber que hay adentro. ¿Qué harías con el regalo? ¿Lo abres o preguntas qué es?

La respuesta ganadora con un 93% fue ¡LO ABRO!

Entendí que los regalos pueden definirse como detalles que Dios nos presenta para bendecir nuestras vidas. Pueden ser oportunidades de vivir nuevamente, el poder respirar cada mañana, el pasar una grave enfermedad, encontrarte con un ser querido, el estar sano, tener un empleo honrado, una hermosa familia, la llegada de un hijo o hasta de una mascota. Eres el único que puede ponerle nombre a tu regalo.

La única persona que nos conoce en profundidad es Dios. Él sabe nuestros sueños, sentimientos (buenos o malos) y hasta nuestras emociones, por eso debemos aprender a recibir los regalos que se nos presenten, aunque no los hayamos estado esperando. Podrían ser el comienzo de planes maravillosos que te conllevarán a un mejor y excelente destino. Sus planes son mejores que los nuestros y eso no tiene discusión alguna.

Puede que como seres humanos lleguemos a desconfiar un poco de ese regalo, la incertidumbre puede hacer que te hagas miles de interrogantes ¿qué es? ¿Por qué lo envolvió así? ¿Por qué a mí? O comienzas a preguntarle a cualquier persona que siempre está a tu alrededor qué opinan del regalo. Es posible que comiences a recibir respuestas negativas para hacerte entrar en confusión y miedo con la intención de que te deshagas del regalo o dejarlo a un lado para abrirlo cuando estés totalmente seguro y dispuesto.

Confía en esa persona (Dios) que tanto te conoce, el sabe lo que es mejor para ti. Él es el único que conoce los tiempo en el cual debes recibir lo que tanto has estado esperando, pueden ser meses o años de espera por una respuesta, una oportunidad o el día de reconocer en tu vida a Dios. Mas cuando te llegue ese momento no lo dejes pasar, ¡ACÉPTA ESE REGALO! Es para que lo vivas y disfrutes en el presente, no dejes pasar esa garantía de tener lo mejor en el momento correcto. Quien te conoce y te ama no te dará algo que pueda dañarte y mucho menos afectarte en algo.

Este es mi regalo para ti, que me estas leyendo. Decirte que no te des por vencido ante cualquier situación, quédate firme, pon tus pies sobre la tierra, respira y aprecia todo lo que está a tu alrededor, sea feo o bonito; pero eso que ves es la oportunidad que Dios te esta dando para darte la razón del por qué estas vivo y en esta tierra.

El perdón es un regalo, el amor es un hermoso regalo, el abrazo es un regalo, tu familia, tus hijos, TÚ eres un regalo para otros.

Feliz mes de noviembre.