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(EFE).- Las autoridades mexicanas detuvieron a dos presuntos traficantes de personas e interceptaron a 61 migrantes centroamericanos que viajaban en un autobús de pasajeros en el nororiental estado de Tamaulipas, informó hoy la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
«La Policía Federal, a través de elementos de la División de Seguridad Regional en Tamaulipas, detuvo a dos personas que trasladaban en un autobús de pasajeros a 61 migrantes centroamericanos que se dirigían al norte del país», indicó el organismo en un boletín.
Esta acción se llevó a cabo cuando elementos de la corporación realizaba revisiones aleatorias en un tramo de la carretera Ignacio Zaragoza entronque Ciudad Victoria-Monterrey, en el municipio de Güemez.
En este punto, detectaron que un autobús de pasajeros circulaba a exceso de velocidad, infringiendo el reglamento de tránsito.
«Al aproximarse a la unidad para levantar la infracción correspondiente se percataron que el operador transportaba personas a pie, quienes manifestaron que se dirigían al norte y no contaban con documentación oficial que acreditara su estancia legal en el país», agregó el texto.
Entre los pasajeros, una persona aludió que era el encargado de los viajeros y reveló que se enfilaban hacia un supuesto retiro espiritual a la ciudad de Monterrey.
Sin embargo, autoridades de Instituto Nacional de Migración (INM) acudieron al lugar y comprobaron que ninguna persona contaba con los documentos necesarios para acreditar su estancia en territorio nacional.
Los agentes federales brindaron asistencia y protección a 61 migrantes de nacionalidad hondureña y guatemalteca, de los cuales 22 eran menores de edad, quienes fueron trasladados a las instalaciones del INM en Tamaulipas para recibir asistencia consular para su posterior retorno asistido.
Ante la comisión de un posible delito, al encargado de los viajeros y el chófer del autobús fueron puestos a disposición judicial.
Miles de indocumentados cruzan cada año el territorio mexicano con rumbo a Estados Unidos, un recorrido en el que están expuestos a robos, extorsiones, secuestros e incluso asesinatos por parte de bandas criminales, así como a abusos de autoridades corruptas.
