Por Juliane Görsch (dpa)
Lavar y pulir el automóvil por fuera está muy bien, ¿pero cómo anda por dentro? En invierno las gomas que cierran puertas y ventanas están muy expuestas al frío y al agua, y el interior también sufre todo tipo de usos. Para que tenga un aspecto de nuevo incluso pasados los años, es importante conocer y aplicar los trucos de los expertos. Son simples y hacen milagros.
La humedad afecta permanentemente los materiales del interior del auto. «Si nos quedamos de brazos cruzados, veremos cómo todos los materiales se van desgastando», dice el experto Christian Petzoldt.
El cuidado hace la diferencia
Cuando vemos que el vecino tiene un auto desde hace cinco años y está impecable, tenemos que saber que son los cuidados los que hacen toda la diferencia.
En primavera y otoño podemos limpiar las gomas de las puertas. «Si están como nuevas, es suficiente con hacerles una limpieza normal. Si están un poco gastadas, vale la pena limpiarlas con glicerina o talco», indica Petzoldt.
Primero hay que retirar la suciedad con un producto normal de limpieza del hogar. Es clave diluir los productos muy agresivos con agua y luego pasarlos con un trapo húmedo. Después se puede aplicar el producto de cuidado. «Los mejores no contienen silicona», observa Petzoldt, «porque la silicona hace que los materiales se vayan ablandando y que con el correr de los años terminen destrozados».
El sudor destruye el cuero
El cuero debe ser cuidado a partir del segundo año, dice Petzoldt. Si uno siempre toma el volante a la misma altura con las manos transpiradas, el color irá desapareciendo o el cuero se irá hinchando.
«En el caso de los asientos el cuero se volverá poroso y puede resquebrajarse», explica Sören Heinze del Auto Club Europa (ACE). La transpiración y el protector solar son terribles.
Petzoldt recomienda aplicar un producto que genere una barrera hacia la transpiración. Existen productos sin grasa que se utilizan en la equitación y pueden adoptarse para el cuidados de los materiales del vehículo.
¿Qué puede salir mal?
No todos los productos son iguales. «Cuando se aplican productos muy potentes y se deja que actúen durante mucho tiempo, terminan dañando las superficies a pesar de que uno cree que les está haciendo un bien», advierte Petzoldt.
Muchas personas arruinan por completo los cubreasientos de un descapotable al no saber lo que están haciendo, por eso es fundamental aplicar el producto correcto y luego retirarlo bien, independientemente de qué superficie se trate. Además, no hay que creer todo lo que uno encuentra en internet.
¿Cuál es el modo correcto?
Las superficies de plástico deben ser limpiadas regularmente con agua y jabón, aplicándolos con un trapo húmedo. En caso necesario se puede utilizar un producto especial de limpieza. Siempre es mejor utilizar un paño de microfibra «para evitar rayones o manchas en las superficies más sensibles, como las pantallas», indica el experto.
A veces los cerramientos de goma se ponen viejos, pese a los cuidados, y comienzan a filtrar agua. Si llega a esa instancia, puede suceder que en una noche de invierno la goma se congele y no podamos abrir la puerta. Otro escenario poco alentador es que entre agua al coche. Llegado ese punto, más vale cambiar las piezas.