El conteo nacional de esta década ya comenzó en algunas zonas de Alaska, y en menos de un mes, el resto de los hogares estadounidenses comenzarán a recibir los cuestionarios del Censo. Participar en el Censo es mandatorio por ley y las respuestas pueden enviarse tanto por correo, como a través de la internet o por teléfono. Aquellos hogares que no respondan al cuestionario recibirán la visita de un enumerador para recabar la información.
La información obtenida durante el conteo es fundamental para la planificación y creación de servicios y recursos para la población. Alrededor de 1,500 millones de dólares en fondos federales para programas comunitarios dependen de dicha información. Es por ello que es tan importante que todos participen en el conteo.
Y sin embargo, aquellos grupos que más se beneficiarían de ser contados, tienden a ser los más reacios a participar.
Un ejemplo de grupos “difíciles de contar” son las comunidades migrantes, que temen que su información sea compartida con otras agencias, como ICE.
La preocupación es resultado de una combinación de factores, entre ellos la falta de información y la falta de confianza de ciertas comunidades en las instituciones.
- Participar en el Censo es mandatorio por ley.
- Las respuestas pueden enviarse tanto por correo, como a través de la internet o por teléfono.
- La Oficina del Censo ofrece información en 12 idiomas diferentes.
- Aquellos hogares que no respondan al cuestionario recibirán la visita de un enumerador para recabar la información.
- Las respuestas e información son totalmente confidenciales. La Oficina del Censo no comparte la información obtenida con agencias como ICE.