El especialista en cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, Carlos Alberto Guízar Sánchez, destacó en un comunicado que “la cifra prácticamente se triplicó de 29 mil a casi 90 mil defunciones por esa causa”.
Agregó que aun cuando en países de primer mundo este padecimiento tiene todavía un alto índice de mortalidad, se han logrado disminuir las cifras gracias a sus programas de salud y de desarrollo tecnológico.
Destacó que esos países desarrollan estrictos programas de seguimiento para controlar factores de riesgo como hipertensión, obesidad, tabaquismo, dislipidemias y sedentarismo, que incluyen guías de práctica clínica para vigilar con más eficacia dichas enfermedades.
Enfatizó que con el propósito de que el paciente tenga más sobrevida, un infarto se debe atender antes de dos horas, ya que el tiempo es determinante para reducir el área de necrosis.