Una comunidad libre de violencia empodera el respeto entre todos

VIOLENCE COORD. ANA GIUSTI Y GILY OSUNA

FORT WAYNE- INDIANA

Andreina Díaz

El respeto es la base y uno de los valores más importantes que debemos cultivar desde el hogar y con nuestra familia, amigos y todas las personas que están alrededor. Este principio nos ayuda a mantener las relaciones que podamos tener, por tanto, es esencial para que exista una sana convivencia y para que haya armonía dentro de la comunidad.

Conocer el valor propio y honrar el de los demás, es la verdadera manera de ganar respeto en la sociedad.

En los últimos años el valor de la palabra RESPETO se ha perdido, desencadenando una ola de violencia y no solo hacia la mujer como se ha visto a través de la historia, sino también en grupos socio- económicos, raciales, a hombres de familia, adolescentes y niños por diferentes razones.

A través de la violencia de género, doméstica, el bullying (acoso escolar), entre otras; se va degenerando el bienestar físico, psíquico o relacional de una persona debido a su sexo o identidad de género; usando de manera intencional la agresión física y el daño psicológico a través de palabras fuertes con el propósito de causar daños, obligar, limitar o manipular a una persona.

En el punto psicológico es frecuente que las víctimas de violencia de género sin importar si es hombre, mujer, niño o pertenecientes al grupo LGBTQ+, no sean capaces de denunciar lo sucedido, debido al miedo de posibles repercusiones que puedan traer a sus vidas o a sus seres queridos, por el simple hecho de no creer que serán escuchados o apoyados. Y otros porque no saben a dónde acudir a la hora de verse inmersos en un caso de violencia en cualquiera de sus áreas.

El Centro para la No Violencia es una organización que lleva más de tres décadas funcionando en la ciudad de Fort Wayne, brindando a través de grupos de apoyos para las víctimas de violencia, bases educativas y abogacía para terminar con todas las formas de la violencia modelando la igualdad y el poder de la unidad, a fin de socavar el abuso físico, verbal, abuso sexual, emocional con actitudes posesivas y de manipulación; como también el abuso de la propiedad y el económico antes de tiempo.

Según estadísticas el 95% de las victimas son mujeres, pero en pequeños porcentajes también los hombres sufren violencia; pero no son demandadas por ende estos hechos nunca son conocidos. Tras estos resultados estadísticos, la violencia doméstica y de género, han sido un problema encarado en este centro de apoyo junto con organizaciones sociales y legales, protegiendo la identidad de cada persona sin ignorar el problema base.

Ana Guisti, con 20 años de labor como coordinadora latina del Centro de No Violencia, relata que esta organización comenzó trabajando con hombres que usaron la violencia en determinadas ocasiones abusando de sus parejas; conllevando la asistencia de ellos y de sus esposas al Centro. Hoy por hoy sin importar la diversidad de nacionalidades se siguen manifestando casos dentro de los grupos étnicos como también los individuos LGBTQ+.

“La mayoría de los que vienen a nuestro centro son personas transferidas de la corte con una sentencia por practicar la violencia en sus hogares o fuera de ella. Le damos la máxima importancia y valor a cada una de ellas. Le damos a entender que para nosotros su valor como persona sea victima o acusado(a) es importante”.

“Nuestra misión es afirmar la igualdad y validez de cada individuo, sin importar la identidad de género, expresión u orientación sexual. Ese es nuestro trabajo, erradicar todo tipo de violencia. Aunque muchos conocen la violencia doméstica por ser la más sonada, pero está el abuso psicológico, verbal; hasta la ambición de poder dentro de una relación podría desencadenar en algún momento una mala acción”, acotó.

Cada grupo de apoyo va dirigido a adultos ofreciendo servicios y programas de intervención para hombres, mujeres y madres tanto individual y grupal; dividido en 29 sesiones con 3 fases, totalmente bilingüe (dependiendo el idioma de las personas).  También la juventud cumple un papel fundamental para la sociedad, por ello el centro no hace exclusión de ellos, ofreciendo programas de 14 sesiones de soporte intensivo para aprender a manejar ciertas situaciones que puedan originarse en las aulas de clase o en sus hogares.

Gily Osuna como segunda coordinadora del Centro hace énfasis en la importancia de los valores y principios que deben ser sembrados en cada integrante familiar para evitar graves acciones a futuro.

“Educar e informar sobre la violencia y sus consecuencias a la comunidad latina, hispana, americana, asiática y burmise es nuestra prioridad. Estamos en un país distinto al nuestro donde las costumbres educativas son diferentes, por ello ayudamos a todas las madres a cómo enfrentarse a ciertas situaciones con sus hijos que son adolescentes.   Ofrecemos retiros de convivencia para las mujeres, clases para niños, exposición de temas de interés a jovencitas de 12 a 15 años, recursos positivos, clases de nutrición, etc. Infinidades de temas de interés para toda la comunidad.”

El Centro para la No Violencia es apoyada económicamente por fondos gubernamentales. Trabaja  conjuntamente con otras organizaciones sin fines de lucro, iglesias, abogados, charlas en temas sobre inmigración y refugiados; con la finalidad de proveer entrenamiento y ayuda profesional para el público en general.

Con apoyo médico, los días 13 y 15 del mes de noviembre tendrán una jornada de vacunación gratuita para la comunidad en general.

 

 

 

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