El presidente, Donald Trump, ha vuelto a rehusar aceptar su responsabilidad en el asalto al Capitolio, que él incitó y que llevaron a cabo sus seguidores en Washington.
Trump criticó el juicio político que los demócratas iniciarán en la Cámara de Representantes por su papel en esos hechos.
En su opinión, se trata de «la más grande cacería de brujas en la historia de la política», y, según añadió, está generando «un tremendo enojo», posiblemente en referencia a sus seguidores, un comentario que cobra especial importancia cuando el FBI ha alertado de posibles brotes violentos y ataques de terrorismo doméstico en los próximos días por parte de fanáticos del presidente.
Cuestionado por reporteros sobre su responsabilidad en los hechos violentos de la semana pasada, Trump aseguró que siempre ha estado en contra de la violencia y que muchas personas creen que su discurso, previo al asalto del Capitolio, «fue totalmente apropiado».